En diferentes series de sangrientos ataques, la Fuerza Aérea israelí concentró sus agresiones en campos de refugiados y áreas residenciales. Desde octubre de 2023, hay contabilizadas más de 43.000 muertes de palestinos y más de 101 mil heridos.
Además, el Ejército israelí realizó un bombardeo intensivo en muchas áreas en el norte y centro de la Franja de Gaza. Hasta ahora no hay un informe sobre las víctimas.
«Este ataque demuestra una vez más que no hay límites para el crimen israelí y que su objetivo es silenciar a los medios de comunicación que exponen sus crímenes y ataques», dijo el primer ministro libanés.
El movimiento palestino criticó la declaración del Observatorio de Derechos Humanos y consideró que «los verdaderos crímenes fueron cometidos por la ocupación (israelí) que tomó por blanco a civiles durante su última ofensiva contra Gaza». Desde la organización global habían dicho al respecto de los ataques de Israel que «al parecer equivalen a crímenes de guerra».
El Gobierno de Benjamin Netanyahu justificó el nuevo ataque a una zona comercial de Gaza al decir que el ejército israelí bombardeó una zona donde hay casas de tres comandantes de Hamas, en Rafah contra una «infraestructura militar» y contra una casa de Ciudad de Gaza donde había un arsenal.
