En cuanto a la población asistida, el 70% está conformado por niños, por lo que la mayoría de los beneficiarios de este aporte económico son comedores, copa de leche, iglesias y parroquias, instituciones educativas y clubes sociales y deportivos.
Así lo definió el propio cuerpo legislativo local, que sigue trabajando en conjunto con las demás instituciones de la ciudad para enfrentar las consecuencias de la pandemia.
El «lado B» de todo este proceso se encuentra en la participación activa de cuatro ex recuperadoras urbanas, que con esta iniciativa, encontraron un espacio de trabajo con mejores condiciones.
La entidad recupera alimentos aptos para el consumo pero que se desperdician por una cuestión comercial y los distribuyen entre comedores escolares, centros comunitarios que brindan copa de leche y otras organizaciones solidarias.
La Municipalidad, el Banco de Alimentos Rosario y el Mercado de Productores trabajarán en conjunto con el propósito de recuperar frutas y verduras que pueden consumirse.
