¿Celebrar Halloween es abrir las puertas del mal?
El origen de esta celebración se remonta a un antiguo festival pagano realizado por los celtas hace 2.000 años llamados Samhain, quienes creían que era una época en la que las almas de los muertos regresaban al mundo de los vivos para visitar sus hogares. En ese sentido, afirman que los disfraces de demonios, brujas y muertos que suelen usarse para esta celebración no son recomendables porque “está tentando de alguna forma al diablo”.