“Lo que necesito es que él viva para que pague su condena con vida y no con una muerte, sería mucho más fácil que falleciera como murió mi hija, y lo que nosotros queremos es mínimo perpetua para él», expresó Patricia en diálogo con los medios en la puerta de su casa.
Uno de los ataques había tenido lugar en diciembre de 2017 en Empalme Graneros, donde fueo ultimado Roberto Godoy por negarse a vender drogas para una mujer de La Cerámica. El otro fue en marzo de 2018, y acabó con la vida de Leandro Zarandonelli y Carlos Gálvez cuando tomaban una gaseosa en la puerta de la casa de uno de ellos.
