Las elecciones nacionales dejaron, como en cada ocasión, perlas de distinta índole en torno a las características de los votantes (vestimenta, peinado, máscaras), pero además se le sumaron particularidades de algunos candidatos.
La estafadora, de 47 años, había sido contratada para el cuidado de una mujer de 80 años pero, utilizando el documento de la anciana, caracterizada con peluca, pañuelo en la cabeza y actitud temblorosa, solicitó un crédito en el Banco de Santa Fe.
Keki sorprendió al público con su “traje”, porque lo que parecía ser un trapeador en realidad se trataba de la propia perra.
