Rosario sin Secretos: cerrado por duelo
Tristeza não tem fim, felicidade sim. Sólo la poesía de Vinicius de Moraes y Antonio Carlos Jobim nos acuna la pena para poder seguir escribiendo. Dos imprescindibles protagonistas de la escena local se marcharon. Se fueron, rebeldes, como siempre, sin nuestro permiso. ¡Hasta nuestro encuentro, Andrea, Droopy!