Según la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN), varias localidades en el sur del Líbano fueron objeto de «ataques masivos» israelíes, principalmente contra localidades adyacentes a la ciudad costera de Tiro, a unos 20 kilómetros de la divisoria con Israel. Solo en la jornada del martes, los bombardeos mataron a al menos 55 personas e hirieron a otras 156 en el sur y el este de El Líbano.
Entre los muertos hay al menos 50 niños y decenas de mujeres. El primer ministro de Líbano, Najib Mikati, aseveró que las acciones de Israel equivalen a «una guerra de exterminio» y afirmó que los ataques israelíes contra su país tienen como objetivo «eliminar pueblos y ciudades libaneses».
La Agencia Nacional de Noticias del Líbano informó de que la incursión hostil tuvo como objetivo un apartamento de uno de los edificios residenciales de la zona de Al Jamous, en los suburbios del sur, y dejó hasta el momento cinco niños muertos.
Las fuentes indicaron que las explosiones ocurrieron durante el funeral del hijo de un representante de Hezbolla, víctima de los ataques del día anterior. Y explicaron que las detonaciones ocurrieron en radios transportadas por miembros de la agrupación chiita, algunas de las cuales se encontraban en edificios residenciales.
El grupo paramilitar musulmán chiita libanés viene atacando después del ataque israelí en enero de este año en los suburbios del sur de la capital de El Líbano, donde le dieron muerte al líder adjunto del buró político de Hamas, Saleh al-Arouri.
