Los partidos gobernantes socialdemócratas y socialistas del viejo continente, junto a verdes y de izquierda asociados a coaliciones encabezadas por aquellos obtuvieron en gran parte los peores resultados electorales de la historia.
Los socialistas del gobierno de Pedro Sánchez, encabezados por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, obtuvieron 20 escaños tras una campaña en la que la oposición se centró en las acusaciones de corrupción contra la esposa del presidente y en una ley de amnistía para los líderes independentistas catalanes aprobada apenas una semana antes de las elecciones.
El mes pasado, en las elecciones europeas, la socialdemocracia tocó un nuevo fondo al sumar apenas un 15,8% de los votos.
Así lo anunció el vicepremier italiano Matteo Salvini, tras haber obtenido más del 34% en las elecciones que definieron las 76 bancas del país al Parlamento europeo y que consolidaron a su Liga como el primer partido nacional.
Su reivindicación está firmada en el diario francés Libération e incluye el respaldo del español Fernando Savater, el italiano Roberto Saviano, el turco Orhan Pamuk, entre otros, de cara a las elecciones europeas que se realizarán en mayo y ante el avance de fuerzas de ultraderecha.
