ELA: el diagnóstico temprano y el abordaje adecuado son claves para mejorar la calidad de vida
Según los especialistas, el ELA «se desarrolla por una combinación de factores genéticos y ambientales». La posibilidad de sufrirla aumenta con la edad, y es más común entre los 40 y mediados de los 60 años, y si bien antes de los 65 es más usual en hombres que en mujeres, esta diferencia de sexo desaparece después de los 70 años.