La agrupación de derechos humanos ratificó que «el único lugar para los genocidas es la cárcel común y el tacho de basura de la historia». “Teníamos el deseo de ser parte de un proceso de cambio», contó, en diálogo con Conclusión, Juane Basso, sobre los orígenes de la organización.
En tiempos de dictadura, la música jugó un papel fundamental. Mientras la Junta Militar, a través del Comfer, censuró un gran número de temas que no eran de su agrado, varios músicos se las arreglaban poéticamente para expresar lo que sucedía. Tras el regreso a la democracia, las letras se volvieron directas con un claro pedido: ni olvido, ni perdón.
En la plaza 25 de Mayo, organismos de sociales se manifestaron contra la medida del Gobierno nacional sobre la participación del Ejército en la seguridad interior. «Sabemos que el objetivo final es reprimir al pueblo», dijo Juane Basso a Conclusión.
Integrantes del espacio Juicio y Castigo de Rosario expresaron que el ministro de Seguridad de la provincia “en vez de condenar” la actuación policial por el hecho de que un vecino “había sido salvajemente reprimido”, la justificó al indicar que “si tienen armas, las van a usar”.
Además de los datos estadísticos sobre las causas en trámite y la situación procesal de los imputados, el documento incorpora el análisis de trayectorias temporales a partir de los hitos del proceso penal, para medir las demoras suscitadas en los mismos.
