De ser aprobado el texto, «ya no será posible comprar, vender, transferir o importar armas de mano en cualquier lugar de Canadá», explicó el primer ministro Justin Trudeau al hacer el anuncio de la propuesta, que debe ser aprobada en el Parlamento.
La ministra de Familias de Canadá, Karina Gould, lo manifestó al indicar que si van a su país y necesitan acceso a la práctica, es un servicio que les proveerían. Biden declaró que está en contra de una posible anulación.
Aquello que comenzó con los camioneros que encabezaron las protestas y se instalaron en la ciudad desde hace tres semanas, se convirtió en una manifestación antigubernamental, con varios grupos que se unen en oposición al presidente Trudeau.
La decisión dividió el tablero y mientras algunos gobernadores lo respaldaron, como el premier conservador de Ontario, Doug Ford, al menos los de Quebec, Alberta y Saskatchewan advirtieron que no se acoplarían a las medidas de emergencia.
La ciudad de Quebec y la provincia de Ontario también anunciaron hace días el levantamiento de varias restricciones. Las protestas de los trabajadores del volante buscan que el Gobierno federal de Justin Trudeau también tome este tipo de medidas.
