El líder de la oficialmente denominada República Popular Democrática de Corea, Kim Jong-un, dijo que el ensayo “fue una acción militar apropiada para informar” a sus rivales y que el sistema instalado es “la disuasión estratégica más poderosa del mundo”.
El comunicado en el que se denuncia el hecho especifica que los artefactos voladores no tripulados arrojaron panfletos propagandísticos contra Corea del Norte durante las noches del 3, 9 y 10 de octubre. El Ejército de Corea del Sur negó la versión.
Desde el Estado Mayor de ese país destacaron que “la gravedad de la situación en la península no puede ser pasada por alto, tomando en cuenta los ejercicios militares diarios en la región surcoreana”, cerca de su frontera meridional.
Kim Jong-un dijo en una inspección hecha a fábricas del sector que hay que hacerlo “sin falta” para 2024 en un intento de “provocar un cambio de época” en los preparativos para las conflagraciones bélicas.
El juego de guerra anual de primavera incluyó un plan de simulacros móviles al aire libre que duplicó el número del año pasado e incluso se movilizaron las fuerzas armadas de 11 países satélite bajo el llamado «Comando de la ONU».
