Khashoggi, columnista de The Washington Post, fue asesinado dentro del consulado saudí en Estambul en octubre de 2018, y varios altos funcionarios saudíes fueron arrestados por estar involucrados en el caso.
En medio de las desmentidas diarias de la monarquía saudita, los principales medios del mundo comenzaron a recrear lo que sucedió con fuentes no oficiales o anónimas: Khashoggi fue detenido por orden del príncipe heredero Mohamed bin Salman ni bien ingresó al consulado, fue torturado, interrogado, asesinado y, finalmente, su cadáver fue desmembrado y retirado del lugar en valijas diplomáticas.
El portavoz del presidente turco así lo declaró, según publicó una agencia de noticias del país europeo. De confirmarse, sería la primera reunión entre ambos después de la desaparición del periodista saudita Jamal Khashoggi.
El secretario estadounidense de Defensa declaró que Arabia Saudita prometió una develar lo ocurrido con el periodista asesinado.
El presidente turco aseguró frente a parlamentarios de su partido que hasta que ello no suceda, “la conciencia internacional no reposará”. Calificó la muerte del periodista como un “salvaje asesinato”.
