Su mujer, Julia Navalnya, compartió una fotografía del traslado de su esposo en agosto e ironizó con que guardó la imagen como «recordatorio» de cómo el opositor al presidente ruso violaba «conscientemente» las leyes de su país.
Desde su entorno le adjudicaron el hecho a la actividad política. La vocera dijo que está inconciente y que supuestamente le agregaron alguna sustancia al té que tomó en un vuelo de regreso a Moscú. También consideró que los médicos están retrasando la información al respecto de los resultados de los análisis que determinan la causa del inconveniente.
