En el final de su misión europea el intendente mantuvo encuentros de trabajo y visitó instalaciones de la Policía Comunitaria de la capital lusitana. Tras ello emprendió el regreso a la ciudad.
«Está bien que quieran cambiar el mundo, no tengan miedo», planteó el pontífice ante más de un millón de jóvenes reunidos en el Parque Tejo de Lisboa, última actividad multitudinaria de la JMJ iniciada el martes.
En un ambiente festivo, la actividad fue parte de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) presidida por el Pontífice.
En el segundo día de su visita a Lisboa con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, Francisco se reunió con los estudiantes de la Universidad Católica Portuguesa.
Desde el Monasterio de los Jerónimos, en Lisboa, Francisco presidió las Vísperas ante el clero y los religiosos y reflexionó sobre los conflictos y la falta de esperanza que paralizan el mundo de hoy.
