El odio y las manos de Perón
El 29 de junio de 1987 se conoció la profanación de la tumba del líder justicialista. A casi cuatro décadas del hecho no se encontraron los culpables de un hecho motivado por el más absoluto odio político.
El 29 de junio de 1987 se conoció la profanación de la tumba del líder justicialista. A casi cuatro décadas del hecho no se encontraron los culpables de un hecho motivado por el más absoluto odio político.
El grave hecho sucedió en el Cementerio Islámico de La Matanza. También se reportó el robo de la bandera nacional colocada en el mástil de la tumba del ex mandatario, junto con el hurto de unos 100 marcos de bronce y la destrucción de distintas estructuras de mármol de los sepulcros.
Se trata del funebrero Diego Antonio Molina, quien anoche se presentó junto con un abogado en la Comisaría Vecinal 15A de la Policía de la Ciudad, ubicada en Guzmán al 300, en el barrio porteño de Chacarita.