A través de un documento aprobado por la unanimidad de sus 15 miembros, la organización global pidió una “participación plena, equitativa, significativa y segura de las mujeres y las niñas” en ese país.
Se trata de Dawood Muzammil y el vocero del Gobierno afirmó que quienes perpetraron el ataque fueron “los enemigos del islam” aunque todavía nadie se adjudicó el hecho.
El líder del Emirato Islámico de la nación afgana, Anas Haqqani, dijo que los dichos de príncipe del Reino Unido al respecto de esas muertes expresan lo que verdaderamente sienten los soldados, los líderes políticos y militares británicos respecto al pueblo inocente, que son “piezas de ajedrez».
La portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, exigió que en Afganistán el «cese de inmediato el uso de la fuerza y la detención arbitraria de quienes ejercen su derecho a la reunión pacífica y los periodistas que cubren las protestas»
El movimiento islamista había ordenado el cierre de las entidades para evitar la fuga masiva de capitales. Los bancos privados se niegan a operar hasta que no reciban la orden del Banco Central de Afganistán y el dinero empieza a escasear.
