Tiger Woods manejaba a una velocidad de casi 140 kilómetros por hora cuando se accidentó
La investigación reveló que la excesiva velocidad y la incapacidad de tomar la curva en la carretera fueron las causas del siniestro, que dejó al golfista «gravemente herido» tras sufrir fracturas en la tibia y el peroné de la pierna derecha, además de heridas en los huesos del pie y del tobillo.