La confederación de gremios energéticos repudió despidos en Vaca Muerta
Entre suspensiones y despidos en Vaca Muerta, las petroleras dejaron a cerca de 1.800 trabajadores sin sus fuentes laborales, tras lo cual el gremio convocó a una movilización de la que calculan que participarán más de 20.000 trabajadores.
El Consejo Directivo de la Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de los Hidrocarburos, Energía, Combustibles Derivados y Afines (Catheda) repudió este viernes los despidos producidos por las empresas petroleras que operan en el yacimiento neuquino de Vaca Muerta.
Lo hizo a través de un comunicado con las firmas de Antonio Cassia como presidente y Oscar Mangone en su carácter de secretario general, donde la Catheda manifestó «su total repudio y rechazo al accionar de las empresas que operan en Vaca Muerta, por los despidos y suspensiones de trabajadores petroleros en las últimas horas».
La Catheda expresó además su «acompañamiento al Sindicato de Trabajadores del Petróleo y Gas Privado de Ríos Negro, Neuquén y La Pampa que conduce el compañero Guillermo Pereyra, en sostener las fuentes de trabajo exigiendo a las empresas a que retrotraigan las cesantías».
Los trabajadores nucleados en el Sindicato de Petróleo y Gas Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa, paralizaron ayer las tareas durante varias horas en el contexto de una multitudinaria asamblea general en la zona de Desfiladero Bayo, Rincón de los Sauces, en rechazo de los despidos producidos.
Pereyra, senador por el Movimiento Popular Neuquino (MPN) y sindicalista petrolero, aseguró que la asamblea «no fue una medida de fuerza contra el gobierno nacional» sino «un encuentro de trabajadores para discutir los despidos en la actividad».
Frente a los trabajadores Pereyra añadió que «algunos medios nacionales afirman que los trabajadores hidrocarburíferos preparan la primera huelga nacional que tendrá el gobierno de Alberto Fernández. Los petroleros no están en contra de su gestión sino que la acompañan pero se oponen a la actitud patronal».
El sindicalista denunció que «las patronales procuran arrojar un pesado fardo sobre las espaldas de los trabajadores y el gremio para desubicarlos», y responsabilizó a los empleadores de «las masivas cesantías y suspensiones».
Entre suspensiones y despidos en Vaca Muerta, las petroleras dejaron a cerca de 1.800 trabajadores sin sus fuentes laborales, tras lo cual el gremio convocó a una movilización de la que calculan que participarán más de 20.000 trabajadores.