SáBADO, 23 DE NOV

Trabajadores de la textil Iberoamericana reclaman el pago de salarios adeudados y temen el cierre de la fábrica

Según datos de la Asociación Obrera Textil, esta industria perdió casi 9.000 puestos de trabajo en todo el país en los últimos tres años como consecuencia del cierre de plantas de producción y de la reducción de personal.

Los trabajadores de la textil Iberoamericana, ubicada en la ciudad bonaerense de Ramos Mejía, se manifestaron en la puerta de la empresa para reclamar el pago de salarios adeudados y expresaron su temor al cierre de la planta de producción.

Se trata de la empresa pionera en el rubro textil del tejido plano en la Argentina situada en el partido de La Matanza desde el año 1943, donde actualmente opera una planta de producción de 18.000 metros cuadrados.

Según datos de la Asociación Obrera Textil, esta industria perdió casi 9.000 puestos de trabajo en todo el país en los últimos tres años como consecuencia del cierre de plantas de producción y de la reducción de personal por la caída de la demanda en el mercado interno y el ingreso de productos importados.

Textil Iberoamericana es la única compañía que produce corderoy rígido y elastizado en la Argentina, y además se dedica a la elaboración de gabardina -Tela fuerte y tupida de lana o algodón, trama en diagonal y diferentes grosores- y denim, un tejido empleado en la confección de ropa de trabajo.

La planta tiene tradición algodonera y elabora mezclas con fibras sintéticas y elastoméricas; además, realiza procesos de preparación de hilado, tejeduría, tintorería y acabado de telas, según su página web.

La compañía tiene trabajadores mensualizados afiliados al Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (Setia) y quincenales, representados por la Asociación Obrera Textil (AOT), y con todos conserva deudas.

A los afiliados a AOT la firma les debe tres quincenas y el medio aguinaldo completo mientras que a los representados por el SETIA les adeuda una parte del salario de julio, el total de agosto y el 50 por ciento del medio aguinaldo.

«La fábrica no está cerrada. Estamos todos, pero no hay materia prima para trabajar. Los clientes retiraron mercadería que había que procesar y no se hizo por la falta de gas. Estuvimos un mes sin gas. Pero la gente si no cobra no va a trabajar», dijo una trabajadora en declaraciones a la prensa local.

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