Tras más de 50 años de vida, cierra la fábrica de fuegos artificiales Free Colors
Ubicada en Álvarez, provincia de Santa Fe, la empresa bajó definitivamente sus persianas en julio, con un saldo, tras cuatro años de recortes, de más de 70 pérdidas de empleos directos e indirectos.
- Gremiales
- Ago 7, 2019
La crisis económica, política y social que atraviesa el país continúa haciendo estragos en las fuentes de ingresos de las familias argentinas. Ahora cerró su planta Free Colors S.R.L., firma con más de 50 años de experiencia en la fabricación de fuegos artificiales.
Ubicada en Álvarez, provincia de Santa Fe, la empresa bajó definitivamente sus persianas en julio, con un saldo, tras cuatro años de recortes, de más de 70 pérdidas de empleos directos e indirectos.
Free Colors era una referencia en Álvarez, comuna de poco más de 8 mil habitantes, ubicada a 20 minutos de la ciudad de Rosario. Nacida a principios de los 60, se erigió como un ejemplo de superación y desarrollo de la industria argentina.
Supo instalar una planta propia en un predio de 50 mil metros cuadrados, con tecnología de primera calidad y bajo los más estrictos niveles de seguridad, a partir de la cual comenzó a desarrollarse hasta convertirse en una de las organizaciones más representativas de la región en materia de fabricación y comercialización de artículos de pirotecnia.
En 2015, la empresa contaba con 75 trabajadores directos e indirectos que participaban de la cadena industrial y comercial, distribuidos entre planta permanente, locales, viajantes, proveedores y tercerizados. En 2016, en el contexto de una provincia que promovía cada vez más intentos de prohibiciones contra la pirotecnia, una actividad legal, contemplada y avalada por la Constitución Nacional (Ley 20.429), Free Colors sintió el golpe de la crisis que afecta al país.
Al finalizar ese año, la empresa había pasado a trabajar con solamente 42 empleados, directos e indirectos. En 2017, ese número se redujo a 24 y continuó decreciendo. En 2018 fueron 16; en enero de 2019, solamente ocho trabajadores se mantenían activos. Esa actividad era completamente relativa, ya que desde finales del año pasado, ante la falta de demanda y las trabas que debía superar en cada una de las ciudades donde antes se comercializaba, la compañía se había visto forzada a detener completamente su producción.