Acusan a Macri por niños que viven en talleres clandestinos
Un descarnado informe indica que alrededor de 2.200 menores habitan en condiciones infrahumanas en talleres textiles ilegales. “Esto ocurre porque hay connivencia con el Gobierno de la Ciudad”.
- Info general
- Sep 9, 2015
La organización “La Alameda” dio a conocer un informe donde señala que alrededor de 2.200 niños viven en 350 talleres textiles clandestinos en el barrio porteño de Flores, en un radio de 20 cuadras del jardín de infantes al que concurría el nene de cinco años que murió por los golpes de su padrastro y también del establecimiento escolar al que iban dos hermanos, de 7 y 9 años, que fallecieron tras el incendio de uno de esos sitios clandestinos.
La denuncia estuvo a cargo del legislador Gustavo Vera, quien encabezó una conferencia de prensa junto a delegados de gremios docentes y costureros que relataron la experiencia que viven los niños en los talleres textiles, donde habitan junto con sus padres.
Además, en la sala donde se llevó a cabo la conferencia estuvieron presentes Elsa Vincová y Alejandra Bellini, las docentes desplazadas de su cargo por el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, tras la muerte de Agustín Marrero, de cinco años, luego de una brutal golpiza que le dio su padrastro.
“Este trabajo muestra que en un radio de 20 cuadras hay 348 talleres clandestinos, con entre cinco y ocho chicos promedio viviendo allí, frente a lo cual la Agencia Gubernamental de Control y la Subsecretaría de Trabajo porteño no hicieron nada”, aseguró Vera, quien además denunció que esto ocurre “porque hay una connivencia”.
Y agregó que “el Gobierno de la Ciudad tiene que reparar la medida que tomó de desplazar a las docentes del jardín” y “aumentar el presupuesto para acompañar la tarea de los docentes, que es mucha, frente a los talleres clandestinos”.
En tanto, Olga Cruz Ortiz, costurera de “La Alameda”, contó que “los niños cuyos padres trabajan en los talleres duermen ahí, respiran el polvillo del lugar y están mal alimentados porque no reciben comida; comen solo los adultos, que tienen que compartirla con sus hijos”, enfatizó.
Fidel Daza Castellanos, también costurero, dijo que los nenes “no tienen la posibilidad de salir a jugar a un patio, sino que viven encerrados y eso es muy doloroso, por eso pedimos al Gobierno de la Ciudad que no permita que sigan ocurriendo este tipo de cosas”.