Bruno Napoli: “Hoy se ha recrudecido lo que Osvaldo Bayer denunció 60 años atrás”
El docente e historiador pasó por la ciudad presentando “La ChIsPa”, un facsimilar del gran trabajo realizado en Esquel en 1958. La Argentina de los conflictos cíclicos en torno al robo sistemático de tierras indígenas.
- Info general
- Ago 5, 2018
Osvaldo Bayer llega a la ciudad de Esquel en febrero de 1958. Por su reconocido trabajo, había sido contratado por el empresario Luis Feldman Josín para hacerse cargo de la redacción del periódico local “Esquel”. Pero la relación laboral duraría muy poco debido a las enormes diferencias de criterios en relación a los enfoques de las noticias.
El pacto de silencio celebrado para no avanzar con investigaciones sobre los espurios negocios entre políticos y terratenientes locales ligados al robo de tierras pertenecientes a los indígenas, ensancharía la grieta. A esto, habría que sumarle los oscuros movimientos parlamentarios.
Bayer es despedido en noviembre del mismo año sin recibir la paga que le correspondía, sumado a que es acusado de manera irrisoria de “doble tentativa de homicidio”. Defender las causas que consideraba justas, siempre ligadas a los pueblos oprimidos, y “atentar” contra los privilegios de la legislatura, fueron detonantes de un final anunciado.
Al mes de ser despedido del diario “Esquel”, Bayer comienza a publicar su propio periódico, “La ChIsPa”. “Éste fue hecho a mano por Osvaldo hace 60 años, periodismo a martillazos como solía decirse. En lugar de irse prefiere quedarse para darle vida a esto tan revelador, que no eran más que dos hojas oficios dobladas a la mitad”, cuenta Napoli en charla con Conclusión.
“La ChIsPa era repartida de mano en mano entre los trabajadores de Esquel, esa es la médula de este periódico, algo que duró muy poquito y que se termina el día que la gendarmería lo expulsa de Esquel”, sostuvo.
Los argumentos esgrimidos por la familia de Feldman Josín, propietario del diario Esquel, tiempo después, fueron tan sinceros como abrumadores, “sin empacho alguno dijeron que Osvaldo Bayer había abusado de la libertad que tenía para escribir, toda una declaración”.
“Comunicar lo que sucede de ninguna manera podría tratarse de un abuso, pero lamentablemente sabemos cómo funciona el periodismo y los límites a los que está expuesto”, enfatizó.
Osvaldo Bayer no llevó de manera solitaria su periódico, lo acompañó un joven radical, algo que llamaría hasta estos días muchísimo la atención. “Este muchacho de 25 años en ese entonces, Juan Carlos “caco” Chayep, escoltó hasta los últimos días a Bayer, hasta el momento que Gendarmería lo echó a punta de pistola de la ciudad de Esquel diciendo que era un periódico peligroso para la zona. Lo único que hizo el mismo fue denunciar el robo de tierras en Cushamen. Territorios que hoy le pertenece a Benetton, tierras que hace poco fueron militarizadas nuevamente y abrazaron una feroz represión”.
La historia de este joven radical es muy singular, ya que pone dinero de su bolsillo para sostener el producto, firma como director, y se expone a lo que finalmente le pasaría factura. “Cuando a Osvaldo lo echan de Esquel, este muchacho queda solo y tiene que pedir disculpas públicas debido a los ataques continuos. Luego seguiría con la política partidaria, pero nunca dejo de ser un hombre de bien. Algo loco, ya que Osvaldo venía de pelearse con los radicales por la investigación de los fusilamientos de la Patagonia”, expresó el historiador.
En el tercer ejemplar de la ChIsPa se puede leer como título: “Hay que parar el robo de las tierras de Cushamen”. Sin duda alguna lo que referenciaba Osvaldo Bayer 60 años atrás hoy vuelve a cobrar fuerza.
“Sesenta años atrás ya se denunciaba un conflicto que hoy está en auge, si bien cuando reeditamos estos ejemplares Santiago aún no había desaparecido, y la represión no se había consolidado, el interés de la gente por el trabajo ya era manifiesto”, cuenta.
Según consta en el periódico, el robo de tierras ancestrales se da en el marco de “la década infame”, donde conservadores y radicales se unen para ostentar el poder, cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia. “Son periodos que se asemejan en todo, es impresionante. El mismo se base en la extracción de recursos naturales y la finalización de esos negocios, el Banco Central en 1935 y La Comisión Nacional de Valores de 1937. Se comienza a pensar que toda esa riqueza tiene que salir, para lograr negocios con eso. En ese momento se roban las tierras de Cushamen, hoy todavía están reclamadas, pude enterarme en Esquel que los descendientes de los que fueron robados, siguen en pleito con los descendientes de los que les robaron”.
Es menester destacar que tanto Bayer como Chayep, terminan siendo denunciados, investigados y perseguidos por el propio Estado por la investigación de robo de tierras por parte de privados que estaban llevando adelante. Esto termina en abril de 1959 con la expulsión de Bayer, en el preciso momento que se termina La ChIsPa.
“En uno de los números encontramos el plan de austeridad del gobierno y compra de armas, igual que ahora. El mismo espeta: ‘Los gobernantes uniformados cumplen con el plan de austeridad decapitando al pueblo’. Gobierna (Arturo) Frondizi, un radical. En ese momento, con la excusa de la austeridad, comienzan a echar a un montón de gente del trabajo y compran armas a Estados Unidos ¿Te resulta familiar? Igual que ahora”, exclamó Nápoli.
Mauricio Macri es un gran admirador de Arturo Frondizi, sobre ello el docente dijo: “El primer acuerdo stand by es en diciembre del 58, hace 60 años, debido a eso saca un decreto que es el Plan Conintes que le permite a las fuerzas armadas actuar en la seguridad interior para frenar protestas. Hoy el decreto 683 nos vuelve a mostrar el mismo escenario, pero con la triste facultad de mostrarnos cuál va a ser el final”.
Bruno Nápoli es especialista en delitos económicos, y sostiene que este último es el acuerdo stand by número 22, “Argentina lleva 60 años dentro del FMI, salvo los 3 años de Illia y los 4 o 5 del kirchnerismo, el Fondo no tuvo implicancia directa en nuestras políticas, pero ojo, nunca nos fuimos, somos socios desde 1958”.
Osvaldo Bayer entre tantas obras imprescindibles, nos ha legado “La ChIsPa”, un periódico tan necesario como el compromiso tomado por Bruno Nápoli en rescatarlo.