Caña con ruda para celebrar el Día de la Pachamama
Tres tragos al empezar el día “espantan todos los males del invierno”, incluidas las enfermedades que suelen aparecer en estas épocas.
- Info general
- Ago 1, 2018
Como cada 1 de agosto y sobre todo en el Noroeste del país, la Puna salteña, Tucumán, Jujuy y Catamarca, la tradicional celebración de la Pachamama se extiende durante todo el mes con homenajes y festejos a la “Madre Tierra”.
Y ¿cuál es la forma de honrarla? Ni más ni me menos que con unos tragos de caña con ruda.
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El rito proviene de los guaraníes, que utilizaban la ruda para la medicina, especialmente contra los parásitos, malestares estomacales y la irritación de picaduras de bichos. Pero más allá de sus propiedades medicinales, con el paso del tiempo la ingesta del brebaje se convirtió en una suerte de conjuro contra las malas ondas, la envidia ajena y la mala suerte.
¿Cómo se prepara?
Se debe agregar a una botella de no más de 250 centímetros cúbicos, hojas de ruda macho, ya que son más anchas y se cree que tiene propiedades más fuertes.
La maceración en la bebida debe durar un mes, guardándola en un lugar oscuro y seco aunque si no se llegó a tiempo, lo importante es honrar a la Pachamama.
Tres tragos de caña con ruda al empezar el día “espantan todos los males del invierno”, incluidas las enfermedades que suelen aparecer en estas épocas. Antiguamente, los guaraníes entendían que era en agosto cuando se producía la mayor cantidad de muertes por frío y lluvias. ‘Julio los prepara y agosto se los lleva‘, decía un conocido refrán.
Hay quienes toman hasta siete tragos seguidos y, siempre de acuerdo a la creencia, los sorbos deben ininterrumpidos e impares.
¿Qué es la Pachamama?
La Pachamama, o Madre Tierra, es una deidad venerada por ser generadora de la vida, símbolo de fecundidad por su capacidad para producir, bendecir y engendrar plantas, animales, alimentos y otros medios de subsistencia del ser humano. Es adorada por los descendientes de los pueblos originarios que habitan territorios desde mucho antes que existieran las fronteras actuales. De hecho, los orígenes de este culto se remontan a la época preincaica, es decir, antes de que la región fuera anexada al Tawantinsuyu o Imperio Inca.