Continúa la multitudinaria despedida a Fidel Castro
La peregrinación de cientos de miles de cubanos que se acercan a la Plaza de la Revolución para despedir al líder es incesante. Las honras en La Habana se extenderán hasta las 19, hora en que comenzará la peregrinación para llevar sus cenizas por Cuba y finalmente, depositarlas el domingo en el cementerio de Santa Ifigenia.
Cuba y el mundo, poco a poco, van cayendo en la cuenta de la desaparición física de Fidel Castro, y se despiden de él, algunos con amor y otros con odio, pero ninguno con indiferencia.
La despedida oficial en la isla, comenzó el lunes, aunque desde el el sábado a la noche se organizaron vigilias en universidades y en las calles. La gente prendió velas, puso fotos y flores en calles de todas las provincias.
Este lunes, las puertas del obelisco que se eleva frente al Consejo de Estado, sede de Gobierno se abrieron a las 9 (11 en Argentina) y se dispararon 21 salvas de artillería, en La Habana y en Santiago de cuba al mismo tiempo. Lo mismo ocurrirá cuando las cenizas del líder de la revolución cubana sean inhumadas en un mausoleo del cementerio de Santa Ifigenia de la ciudad oriental, donde reposan los restos de José Martí, el próximo 4 de diciembre.
A la misma hora se inició el acto con la instalación de las cenizas del ex mandatario en el memorial a José Martí en la Plaza de la Revolución, y se extenderá hasta este martes a las 19 horas (las 21 de Argentina), cuando fue convocado «un acto de masas». Este lunes cientos de miles de cubanos desfilaron por la Plaza de la Revolución para rendir tributo al líder de la isla.
Ese será también el momento elegido para que estén presentes las delegaciones internacionales, mandatarios y personalidades que se espera que vayan llegando a Cuba entre hoy y mañana para despedir al comandante, quien en vida pronunció en ese lugar la mayoría de sus célebres y largos discursos.
A lo largo de las dos jornadas, los restos de Fidel Castro -quien en sus últimas voluntades pidió expresamente ser incinerado- permanecerán en el memorial para que la población le dé su último adiós, una convocatoria que, hasta 
el momento, viene siendo multitudinaria.
Entre las presencias confirmadas está la del rey emérito de España, Juan Carlos, y se da por hecho que acudirán los presidentes de países aliados de Cuba, como los de Venezuela, Nicolás Maduro; Bolivia, Evo Morales; Nicaragua, Daniel Ortega; y Ecuador, Rafael Correa.
En las últimas horas también se ha sabido que Rusia estará representada por el presidente de la Duma del Estado o Cámara de Diputados, Viacheslav Volodin, y Grecia por su primer ministro, Alexis Tsipras.
Tampoco se descarta la asistencia de ex mandatarios como el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, la argentina Cristina Fernández o el uruguayo Pepe Mujica, quienes mantuvieron una estrecha relación con el líder fallecido, señaló la agencia EFE.
El miércoles 30 de noviembre las cenizas de Fidel Castro comenzarán un periplo por la isla para que todos los cubanos le den su último adiós, un viaje que imitará, a la inversa, el recorrido de la «Caravana de la Libertad», en la que los rebeldes de la Sierra Maestra atravesaron el país desde Santiago de Cuba cuando triunfó la Revolución en 1959.
Los restos del comandante llegarán a Santiago, cuna de la Revolución, el sábado 3 de diciembre, cuando tendrá lugar en la plaza Antonio Maceo otro acto masivo de homenaje a Fidel.
La ceremonia de inhumación, que se espera íntima y familiar, tendrá lugar el domingo 4 de diciembre en el cementerio de Santa Ifigenia de esa ciudad, el mismo en el que reposan las cenizas del prócer cubano, José Martí.
En la televisión
Las cenizas de Fidel Castro reposan en una urna de madera café, y fueron exhibidas por primera vez por la televisión estatal en la noche del lunes.
La caja con los restos del dirigente histórico de la isla están la sala Granma del Ministerio de las Fuerzas Armadas, al costado de la Plaza de la Revolución, en La Habana.
Allí, el presidente Raúl Castro rindió homenaje a su hermano en una ceremonia privada, según las imágenes. Acompañado de los máximos dirigentes del Partido Comunista de Cuba, el mandatario guardó un minuto de silencio frente a la urna y firmó después un juramento de lealtad a la Revolución que encabezó junto a su hermano en 1959.
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