El Príncipe de Qatar se quedó con las nacientes del Río Chubut y pretende alambrar el lugar

Por Alejandro Maidana

El Lof Mapuche Cayunao está ubicado en Arroyo Las Minas, paraje Alto Río Chubut, provincia de Río Negro. Percatados de que el Río Chubut está siendo amenazado por el principado de Qatar, quienes habitan el lugar decidieron salir a resistir y denunciar la situación.

Tamim bin Hamad Al Thani ha invertido en zonas que suelen denominarse “inaccesibles” para cualquier argentina o argentino que pretenda adquirir tierras allí. Vecino de otro magnate, el usurpador del Lago Escondido de Joe Lewis, el príncipe pretende seguir adelante con su derrotero anclado en lo estratégico de los recursos.

El emir de Qatar tiene inversiones en el país en distintos lugares del centro sur, allí emerge el nombre de Vaca Muerta, donde está asociado con la empresa Exxon Mobile. También se ha señalado que tiene 28 mil hectáreas al costado de la ruta 40 entre Bariloche y el Bolsón y en la frontera con Chile. Cabe destacar que también es dueño del centro de esquí Baguales, en sociedad con el extenista Gastón Gaudio, entre otras inversiones.

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El río Chubut viene sufriendo la privatización paulatina que está haciendo el estado. El príncipe de Qatar ha comprado las nacientes del río durante el gobierno de Mauricio Macri, y ahora pretende alambrar. Una humilde mujer mapuche, Soledad Cayunao, fue quien tomó la bandera y está defendiendo el río, pero los hombres contratados por el príncipe no han escatimado en amenazas.

“Ella nos está convocando a la cumbre de la montaña donde nace el río, lucharemos, conscientes de que puede haber heridas o muertas, somos casi todas mujeres. Es tan inmensa la soledad y tan injusta la indiferencia, el país debería salir a defender el río, el multimillonario qatarí debería toparse con el freno de los pueblos diciendo ‘el río no se vende ni se negocia’. Estamos solas y no hay visibilidad de lo que está aconteciendo”, indicaron desde el Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir.

Una vez finalizada la denuncia y la presentación de pruebas en criminalística, Soledad Cayunao dialogó con Conclusión. “Ya realizamos los trámites pertinentes, ahora regresamos rápidamente al territorio, esto implica que tengamos que ponernos delante de los alambradores para frenar el avance, por ello el grado de exposición y desprotección es muy grande. Solicitamos colaboración y apoyo de la gente consciente, ya que se trata de personas con mucho poder y en un lugar donde no hay señal telefónica. Estamos resistiendo el avance de extranjeros con mucho poder económico que suben el material en helicóptero y cuentan con la protección del estado y la justicia. Las aguas nacientes del Río Chubut están en serio riesgo”, indicó.

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En un país donde la extranjerización de la tierra asciende a 11.790.229,15 de hectáreas, la necesidad de ponerle un cepo a la entrega de suelo y recursos naturales estratégicos es menester para todo pueblo que pretenda dar un paso adelante en la historia. La defensa del agua y de la vida debe ser un compromiso de todos aquellos que habiten un planeta que viene gritando su dolor en cada rincón. Este sistema colonial y criminal está permitiendo que el capital voraz en manos extranjeras, avance sobre las aguas, las montañas y los territorios para llevar a cabo un objetivo estratégico ante la vista de quienes le han puesto un costo a la cabeza de quienes habitamos este lugarcito sureño de América.