VIERNES, 22 DE NOV

Incertidumbre en la Terminal de Ómnibus: cancelación de servicios, devolución de pasajes y locales vacíos

Según contaron las autoridades de la Terminal rosarina, una gran cantidad de personas decidió cambiar o cancelar su pasaje de la segunda quincena de enero por miedo a un eventual cierre de la provincia que las deje sin poder regresar.

La Terminal de Ómnibus Mariano Moreno atraviesa una situación caótica. La incertidumbre, vinculada al aumento de casos de coronavirus en distintos puntos del país, derivó en cancelación de servicios, devolución de pasajes y una escasa circulación por el edificio, que dificulta la recuperación económica de los locales comerciales del lugar.

Los primeros servicios en ser cancelados fueron aquellos que refuerzan los destinos que habitualmente son los más elegidos. «Hoy estamos en un 20% de lo que salía el año pasado. Eso se puede aplicar a todos los destinos. Tenemos entre cinco y seis servicios a Mar del Plata y toda la costa, pero el año pasado teníamos alrededor de 20 diarios», detalló Héctor Peiró, director de la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno.

La eliminación de los servicios de refuerzo está vinculada a la poca demanda de pasajes. Si bien en los dos primeros días de enero salieron muchos micros cargados, sobre todo con pasajeros adolescentes que pasarán las vacaciones con sus amigos, la actividad actual es escasa y se refleja también en los coches que llegan con muy pocos pasajeros desde Buenos Aires.

«Teníamos muchos viajes de refuerzo y muchos de turismo, que hoy prácticamente no existe. El primero de enero hubo dos viajes de turismo cuando el año pasado hubo 40, la diferencia es mucha», resaltó con preocupación Peiró.

Las cancelaciones no solo afectaron a los servicios de refuerzo. Otros tuvieron que ser eliminados por las restricciones que algunos territorios aplicaron a la entrada de vehículos provenientes de otras provincias.

Sobre este punto, el director de la Terminal rosarina apuntó que a partir de hoy ya están suspendidos los servicios a Resistencia (Chaco) y Corrientes, porque las provincias decidieron que no puedan entrar servicios de otras jurisdicciones.

«No sabemos tampoco qué es lo que va a pasar con otros, como el que va a Posadas, porque ese pasa por Corrientes. Desconocemos si lo dejarán transitar sin detenerse o directamente lo impedirán. Con el correr de los días veremos qué es lo que va pasando», afirmó. 

Respecto de la situación de la localidad de Tostado, que acaba de definir una vuelta a fase 1 para frenar el aumento de los contagios, Peiró indicó que de momento no han sido notificados de alguna restricción al paso de los micros, así que los servicios con destino a ese municipio siguen vigentes. «Puede pasar que los tengamos que cortar, pero hasta ahora oficialmente no tenemos nada», señaló.

Ante tanta incertidumbre, la reacción de los pasajeros no tardó en llegar. Dos situaciones atípicas protagonizan el listado de preocupaciones de la Terminal Mariano Moreno, por un lado, la venta es día a día y no hay demanda de pasajes con anticipación, algo que dificulta las planificaciones, pero también cubre de dudas el ansiado repunte del turismo. 

Por otra parte, según describió Peiró, una gran cantidad de personas se acercan a la Terminal para cambiar o cancelar el pasaje de tienen fechado para la segunda quincena de enero. «La situación está vinculada al miedo de que se cierre la provincia y se suspenda el transporte. O peor aún, que estén en otro punto del país, se cierre y no puedan volver, como ya ha pasado», dijo.

Locales comerciales

Algunos comercios de la Terminal decidieron abrir en busca de ingresos que recompongan un poco la escasa actividad económica del 2020, pero otros aún continúan con sus persianas bajas. Entienden que la apertura, ante la escasa circulación por el edificio, generaría más gastos que facturación.

«La situación de los locales comerciales es caótica. No les estamos cobrando el alquiler desde abril, cuando se cerró la Terminal. Algunos comercios no abrieron nunca desde la pandemia y otros lo hicieron, pero con muy poco movimiento», contó Peiró.

Y completó: «Algunos decidieron abrir en noviembre, aunque otros todavía no lo hicieron. Esa gente igualmente está, no se fue. No abren porque evalúan que económicamente no les conviene».

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