Greenpeace denunció desmontes en el norte argentino durante la cuarentena
La organización ambientalista denunció que entre el 15 y el 31 de marzo se desmontaron 2.172 hectáreas en cuatro provincias del norte del país, lo que equivale a la pérdida de 128 hectáreas por día.
- Info general
- Abr 14, 2020
La organización ambientalista Greenpeace denunció el desmonte de 2.172 hectáreas en las provincias de Salta, Chaco, Formosa y Santiago del Estero, entre el 15 y el 31 de marzo pasados, lo que equivale a la pérdida de 128 hectáreas por día, a pesar del aislamiento social que se implantó en el país para mitigar la propagación del coronavirus.
«A pesar de la cuarentena, los desmontes no se detienen», advirtió este martes el coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace, Hernán Giardini.
Agregó que «mientras la mayoría de los ciudadanos nos quedamos en casa para frenar al coronavirus, la ambición de algunos empresarios agropecuarios no tiene freno y las topadoras siguen arrasando impunemente nuestros últimos bosques nativos».
Según la denuncia pública, un monitoreo de deforestación en el norte de Argentina, que realiza Greenpeace mediante la comparación de imágenes satelitales, reveló que entre el 15 y el 31 de marzo se desmontaron 2.172 hectáreas en cuatro provincias, lo que equivale a la pérdida de 128 hectáreas por día.
Las provincias donde la organización ecologista realizó el monitoreo fueron Salta, con 839 hectáreas desmontadas en ese período; Santiago del Estero con 734, Formosa con 520 y Chaco con 79 hectáreas desmontadas.
Estas cuatro provincias, según Greenpeace, concentran el 80% de la deforestación del país.
La organización publicó este martes en su página oficial que detectó el desmonte de cerca de 130 hectáreas en la finca San Francisco, ubicada en el departamento San Martín, del norte de la provincia de Salta, en el límite con Bolivia.
Su dueño es el dirigente agropecuario Ignacio García del Río, presidente de la Sociedad Rural de Salta y miembro de Prograno.
Los desmontes en dicha estancia ya habían sido denunciados por Greenpeace en 2013.
«Es suicida que, frente a la crisis sanitaria, climática y de biodiversidad que estamos sufriendo, se siga deforestando. Más desmontes significan más inundaciones y más enfermedades. No podemos perder ni una hectárea más», concluyó Giardini.