Manipulación climática, desde la denuncia a la ONU por traición planetaria al contundente silencio mediático

La geoingeniería climática busca generar situaciones propicias que solo benefician a capitales privados. Esta controvertida práctica se viene desarrollando en silencio desde la segunda guerra mundial, destacando que todas estas aplicaciones se llevan adelante de manera clandestina y secreta.

¿Qué es la geoingeniería? El término geoingeniería se refiere a una serie de tecnologías propuestas para intervenir deliberadamente y alterar los sistemas de la Tierra a gran escala (es decir, planetaria). Existen dos direcciones principales para tales intervenciones: una es una serie de tecnologías cuyo propósito es reducir la cantidad de luz solar que ingresa a la atmósfera de la Tierra, para enfriar artificialmente el clima. Estos enfoques llamados “manejo de la radiación solar” (MRS) podrían consistir, desde la inyección de aerosoles en la estratósfera para imitar el efecto de una erupción volcánica o el blanqueamiento de nubes o de la superficie de los océanos para hacerlas más reflejantes.

La segunda categoría de intervenciones en los sistemas terrestres se agrupa bajo la denominación: “remoción de dióxido de carbono” (RDC) o “remoción de gases de efecto invernadero” (RGEI), cuya finalidad es absorber dióxido de carbono de la atmósfera en gran escala y enterrarlo en el subsuelo, en los océanos o en grandes plantaciones de monocultivos de árboles. En general, la geoingeniería puede comprender intervenciones sobre la tierra, los océanos o la atmósfera e implica grandes riesgos e impactos adversos para las comunidades humanas, los ecosistemas y los procesos naturales, así como para la paz y la seguridad mundiales.

La geoingeniería perpetúa la falsa creencia de que el actual modelo industrial de producción y consumo —social y ambientalmente injusto y devastador— no puede ser cambiado y que, por ello, requerimos de composturas tecnológicas para atenuar sus efectos. Sin embargo, los cambios que debemos realizar para enfrentar la crisis climática son, fundamentalmente, de carácter económico, político, social y cultural.

La geoingeniería que se aplique en tierra, en océanos o en la atmósfera, pone a los ecosistemas, a la biodiversidad y a las comunidades humanas en riesgo, por sus impactos potencialmente devastadores y por sus efectos secundarios. Los proyectos de remoción de dióxido de carbono (RDC), que incluyen, entre otras cosas, propuestas de establecer plantaciones a gran escala de monocultivos de árboles y biomasa, tienen severos impactos negativos en las tierras, el agua, la biodiversidad, la seguridad alimentaria y los modos de vida tradicionales. Los proyectos de captura y almacenamiento de carbono (CAC) pretenden perpetuar.

La Carta Abierta al Tribunal Penal Internacional que denunció a las Naciones Unidas por traición planetaria

En Octubre 2022, los científicos JM.Herdon, M.Whiteside y I.Baldwin, publicaron en la Revista de Investigación Society For Science And Educación, una Carta Abierta al Tribunal Penal Internacional, alegando Complicidad de las Naciones Unidas ( y sus agencias como el PNUMA, la OMM, IPCC y la OMS) en la traición planetaria.

En dicha publicación expresan que “brindamos una preponderancia de evidencia de que las actividades de modificación ambiental (geoingeniería) encubiertas en todo el mundo se llevan a cabo durante varias décadas, citando numerosos artículos científicos y médicos revisados por pares y otras fuentes en apoyo de nuestra afirmación de que tales actividades están causando innumerables daños a los sistemas de la Tierra”.

Cómo así también pusieron énfasis en “el caos climático; la alteración de los hábitats; el agravamiento de las sequías y la degradación concomitante de la agricultura; y el agotamiento del ozono estratosférico, que expone la vida superficial a la mortífera radiación solar ultravioleta…….”, de esta manera comenzaba la misiva enviada por los científicos al Tribunal Penal Internacional.

Desde la creación del Programa Ambiental de las Naciones Unidas (PNUMA) en 1972, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se ha comprometido formalmente con la integridad del medio ambiente planetario con preponderancia en el uso hostil de Técnicas de Modificación Ambiental. Lo que alegan estos científicos, es que la especificidad es injustificada deliberada.

Por el contrario, es bastante específica de base amplia al definir el término “técnicas de modificación ambiental”, ya que se refiere a cualquier técnica para cambiar, a través de la manipulación deliberada de procesos naturales, la dinámica, composición o estructura de la tierra, incluida su biota, litosfera, hidrósfera y atmósfera, o del espacio exterior”.

Los científicos denunciantes hacen principal hincapié en concluir que esa definición es demasiado amplia para permitir que se obligue a los “Estados Partes” a contribuir, por ejemplo, a la modificación de ganancia de función de virus naturales o incluso a la modificación genética de poblaciones humanas.

En 1988, el PNUMA y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) crearon el Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (IPCC). A mediados y fines de la década de 1990, la gente en todo el mundo comenzó a informar sobre un número creciente de rastros dejados por chorros de agua (chemtrails o estelas químicas). Desde entonces, este fenómeno ha crecido y es observado a diario en todo el mundo.

Por ello, Herdon, Whiteside y Baldwin, exigen establecimiento de un cuerpo legal, inspirado en el Tribunal Militar Internacional de Nuremberg para escuchar evidencias y hacer justicia. Mientras tanto, sigue inquietando de sobremanera lo que se manifiesta de manera opulenta desde las alturas, incluso en forma de mensajes. Aviones que surcan el cielo dejando estelas que cubren casi por completo el firmamento. Muchas son las experiencias y argumentos que aportan seriedad al debate.

¿Se trata de estelas de condensación o estelas químicas? ¿Es producto de la ingeniería climática o solo un efecto natural? El clima no está alborotado, es el ser humano quien lo ha alterado y hoy intenta modificarlo de manera hostil e irresponsable. Por lo tanto ¿Cuántas denuncias más y voces de alerta se necesitan para que se termine con el ataque a las poblaciones del mundo?

 

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