San Martín: una vida entregada a la causa americana
San Martín constituye una figura clave en el proceso de independencia de Sudamérica. Símbolo de entrega, puso en riesgo su vida por la causa de la libertad. A 174 años de su fallecimiento, un repaso sobre su vida y los momentos en los que estuvo en peligro.
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- Ago 17, 2024
Por Federico Vega*
Los comienzos
José Francisco de San Martín nació en Yapeyú el día 25 de febrero de 1778, sus padres fueron Juan de San Martín y Gregoria Matorras, quienes ya tenían cuatro hijos.
Su padre don Juan de San Martín cumplía funciones militares y de gobierno para la corona española, en la región antes controlada por las misiones jesuitas.
Los años de formación
A los pocos años la familia San Martín partirá a España, donde José comienza su formación cultural, política y militar. Durante esos años participa de diversos combates donde forja su carácter y es reconocido su valor, obteniendo condecoraciones y el grado de teniente coronel.
Luego de servir más de 20 años al ejército español y al año de producirse la Revolución de Mayo en las Provincias Unidas del Río de la Plata pidió su retiro decidido a sumarse a la lucha por la independencia de los pueblos americanos.
San Martín pasa unos meses en Londres donde se conecta con otros americanos que a través de logias y la ayuda británica buscan encauzar los esfuerzos para lograr la victoria de la causa de la independencia. Desde la capital inglesa partirá en enero de 1812 rumbo a Buenos Aires.
En territorio americano
Una vez en territorio rioplatense se le encomienda la preparación de un regimiento que deberá custodiar las costas del Río Paraná, así nacen los “Granaderos a Caballo”. Con una misión clara, San Martín se empeña en la tarea militar y se enfoca en la esfera política con dos objetivos claros que guiarán toda su labor: la Independencia y la Constitución Republicana.
La capacidad de mando, su audacia y el nivel de organización alcanzado por el Ejército de los Andes permitieron a los pueblos del sur librarse del yugo realista.
La vida en juego
Determinadas figuras fueron tomadas en la construcción de la nacionalidad como modelo a seguir. San Martín ocupa en Argentina, Chile y Perú un lugar destacado.
Reconocido como “Padre de la Patria” y alzado hasta el sitio del héroe, su vida no estuvo al resguardo de riesgos. Al respecto, el profesor e integrante del Centro Cultural Sanmartiniano Cuna de la Bandera, Carlos Bukovac, realizó una investigación y recopiló múltiples situaciones en las que la vida del “gran jefe” estuvo en peligro.
Buckovac refiere que en sus años como soldado español al menos en dos ocasiones San Martín podría haber sido asesinado. Ya en tierra americana, conocida por todos los argentinos es la historia de la Batalla de San Lorenzo donde la acción de Cabral y Baigorria permiten salvar la vida del General y “la libertad naciente de medio continente”.
Posteriormente, relata el profesor sanmartiniano, llevando adelante la causa de la independencia con responsabilidades de gobierno como Intendente Gobernador de Cuyo, San Martín será víctima de conspiraciones que no llegan a lograr el cometido. A todas ellas, destaca Bukovac, el patriota responde con piedad e indulgencia frente a los acusados.
Finalizada la ardua tarea de liberación, concluyendo con éxito el plan para derrotar las fuerzas realistas en el continente americano. San Martín se dispone a descansar. En el Río de la Plata las convulsiones internas lo invitan a tomar partido. Se resiste a desenvainar la espada en una guerra entre hermanos. Sus enemigos están dispuestos a que su descanso no sea posible en su tierra. Se retira con su hija rumbo a Europa sin llegar a despedir a su esposa.
Son muchos los agravios que provienen del corazón del centralismo porteño, el destino lo cruzará con el representante de este grupo en el viejo continente. El profesor Bukovac afirma que, en ese cruce entre estas dos personas, arquetipos de ideologías y sentires diferentes sobre la causa de los pueblos americanos podría haberse jugado la vida y el honor del guerrero y el administrador en un duelo a muerte que no llegó a suceder. San Martín y Rivadavia saldando eternas cuentas.
En 1850 la vida de San Martín llegó a su final, con la certeza del deber cumplido y el anhelo de volver a su tierra.
Su corazón descansa en la catedral de Buenos Aires custodiado siempre por dos Granaderos.
Allí reposa el corazón de un hombre que soñó una patria americana libre, justa, soberana. Descansa eternamente después de haber latido junto al pulso de miles de hombres y mujeres que junto a él lucharon por sus ideas.