SáBADO, 23 DE NOV

«Sí, fuimos nosotros»: la reflexión de un rugbier rosarino sobre el brutal crimen de Villa Gesell

Tomas Hodgers tiene 23 años y juega en el club Atlético del Rosario. Este miércoles publicó un escrito profundamente autocrítico en las redes sociales y que se viralizó rápidamente. 

Foto: Facebook Tomas Hodgers

Nadie se hizo cargo ni pidió perdón. Pero sí, fuimos nosotros, los que habitamos el diminuto mundo del rugby, los que formamos a once desquiciados que mataron con saña y odio a un pendejo indefenso». Con una profunda mirada hacia adentro, un joven rugbier rosarino hizo pública una carta en la que reflexiona sobre el universo del rugby, los valores que allí se asumen y las responsabilidades indirectas en el crimen que acabó con la vida de Fernando Báez Sosa y que conmueve a la sociedad argentina.

Tomas Hodgers tiene 23 años y juega en el club Atlético del Rosario. Este miércoles publicó el escrito profundamente autocrítico en las redes sociales y que se viralizó rápidamente. 

En el mismo, afirma: «Nos creemos el ejemplo y nos creemos moral y físicamente superiores al resto. Es por este narcisismo colectivo,por este convencimiento ficticio que tenemos de nosotros mismos que nadie, ni una sola persona en el ambiente rugby se animó a decir que fuimos nosotros. Nadie se hizo cargo ni pidió perdón. Pero sí, fuimos nosotros, los que habitamos el diminuto mundo del rugby, los que formamos a once desquiciados que mataron con saña y odio a un pendejo indefenso».

Además, en el texto aborda diversos hechos violentos protagonizados en los últimos años por jugadores de rugby y que quedaron grabados a fuego en la memoria de la sociedad.

Y sobre el final, asume responasbilidades colectivas y exige la misma conducta del ambiente que analiza y, respetuosamente, critica. «Digámoslo, fuimos nosotros. Diciendo que fuimos nosotros vamos a poder mirar a los ojos a todas esas victimas y pedirles perdón sin vergüenza.Vamos a poder decirles que somos responsables, pero que vamos a hacer todo lo posible para cambiar todo lo mal que se está haciendo. Como jugador de rugby le pido a todos los que formamos parte de este ecosistema que seamos los primeros que denunciamos y repudiamos estas cosas y no los principales encubridores de un amigo o conocido del club. Tengamos los mismos huevos que tenemos en una cancha para mirar a la cara a ese padre, destruido por la muerte de su hijo por once cobardes y hacernos cargo. Digámoslo, fuimos nosotros, e intentemos cambiar».

Texto completo:

«Sí, fuimos nosotros.

Nadie se animó a decir que fuimos nosotros. Nosotros, los que vivimos en el hermético mundo del rugby, nos convencemos de que no tenemos nada que ver con diez u once loquitos que le pegan en el piso a un pobre pibe hasta matarlo. Nos desentendemos. Eso viene de casa, decimos para sentirnos mejor».

«Nos indignamos porque creemos que nos estigmatizan, que nos ponen a todos en una misma bolsa e intentamos impetuosamente mostrarle a la sociedad que tan equivocada está con ese prejuicio. Argumentamos que nuestros valores son superlativos y que no existe deporte más digno y honorable que el nuestro. Decimos que es un deporte de bestias jugado por caballeros y se nos infla el pecho. Nos llenamos la boca hablando de Nelson Mandela y del respeto al árbitro, del tercer tiempo y de la camaradería. De la buena fe dentro de una cancha y del respeto a la autoridad».

«Nos creemos el ejemplo y nos creemos moral y físicamente superiores al resto. Es por este narcisismo colectivo,por este convencimiento ficticio que tenemos de nosotros mismos que nadie, ni una sola persona en el ambiente rugby se animó a decir que fuimos nosotros. Nadie se hizo cargo ni pidió perdón. Pero sí, fuimos nosotros, los que habitamos el diminuto mundo del rugby, los que formamos a once desquiciados que mataron con saña y odio a un pendejo indefenso».

«Lamentablemente también eran nuestros los acusados de violar entre cinco personas a una chica en La Plata, y los que golpearon salvajemente a un linyera en Olivos porque estaban aburridos. También eran colegas los que abusaron de una chica en Miramar, los que le desfiguraron la cara a un pibito en Quilmes por chocar un auto y los tucumanos que casi matan a un empleado de un boliche en Pinamar. Es jugador de rugby también el rosarino al que filmaron golpeando salvajemente a su novia y que hoy camina como si nada hubiese pasado».

«Digámoslo, fuimos nosotros. Diciendo que fuimos nosotros vamos a poder mirar a los ojos a todas esas víctimas y pedirles perdón sin vergüenza.Vamos a poder decirles que somos responsables, pero que vamos a hacer todo lo posible para cambiar todo lo mal que se está haciendo. Como jugador de rugby le pido a todos los que formamos parte de este ecosistema que seamos los primeros que denunciamos y repudiamos estas cosas y no los principales encubridores de un amigo o conocido del club. Tengamos los mismos huevos que tenemos en una cancha para mirar a la cara a ese padre, destruido por la muerte de su hijo por once cobardes y hacernos cargo. Digámoslo, fuimos nosotros, e intentemos cambiar».

Firmado: Tomas Hodgers

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