Cayó lluvia negra en Florianópolis y Porto Alegre por incendios en el Amazonas y la calidad del aire fue la peor del mundo

La contaminación atmosférica y del agua llegaron a niveles alarmantes en esas ciudades y también en San Pablo. Las autoridades sanitarias lanzaron una serie de recomendaciones a la población que sufre problemas respiratorios.

Las ciudades de Florianópolis y Porto Alegre, en el sur de Brasil, registraron en las últimas horas la caída de lluvia negra, a causa de la polución en el ambiente por los incendios forestales y de campos en la selva amazónica y otras regiones del país, que vive la sequía más severa de su historia. La calidad del aire y del agua llegaron a niveles alarmantes en esas ciudades y también en San Pablo.

La química Ana Paula Bohm, que hizo el estudio para el canal de televisión local «NSC» explicó «lo que sucede muchas veces debido a los incendios es la formación de lluvia ácida. Esta lluvia ácida es causada por dos compuestos químicos que reaccionan en la atmósfera para formar ácido nítrico y ácido sulfúrico. Estos ácidos terminan reduciendo drásticamente el pH del agua».

Florianópolis, capital del estado de Santa Catarina y polo del turismo de verano del Mercado Común del Sur (Mercosur), registró durante la madrugada una cantidad de dióxido de carbono cinco veces superior al promedio brasileño, según el análisis de la experta.

Sin embargo, de acuerdo con el Laboratorio de Control de Calidad del Aire de la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC), esta lluvia puede traer una mejora, ya que ayuda a eliminar los contaminantes solubles en agua.

La lluvia negra había comenzado a caer en el estado de Rio Grande do Sul (sur) desde el miércoles, pero el viernes por la noche llegó a su capital, Porto Alegre.

«La lluvia caída desde el jueves traía agua de pésima calidad para el consumo humano», señaló un informe del Instituto de Investigaciones Hídricas de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul.

Defensa Civil aconseja a la población tener especial cuidado ante esta situación. “La lluvia negra puede contener sustancias tóxicas peligrosas para la salud, especialmente la salud respiratoria. Recomendamos que las personas eviten el contacto directo con el agua de lluvia, y que esa agua no sea consumida”, destacó Felipe Theodorovitz.

En San Pablo, la mayor urbe sudamericana, la calidad del aire fue la peor del mundo durante algunos días, según mediciones internacionales, a raíz de las consecuencias de los incendios forestales y en campos.

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