VIERNES, 22 DE NOV

¿Cómo fue el proceso electoral venezolano?: consideraciones de un veedor internacional sobre las acusaciones de fraude

“Con toda seguridad puedo decir que ni en mi caso ni con los otros observadores con los que trabajé hemos visto irregularidades, dificultades o hechos de violencia. Maduro no tiene obligación de mostrar ningún acta, porque no hay ningún pedido legal, ninguna presentación en la Justicia de Venezuela”, señaló el veedor internacional Norberto Galiotti.

Por Florencia Vizzi

 

¿Es posible, con escasos conocimientos reales, a la distancia, y con una gran cantidad de cruces de versiones y desmentidas, comprender qué ocurre en Venezuela? Para, al menos, intentar un acercamiento a ese entendimiento, Conclusión dialogó con uno de los veedores internacionales invitados para observar el proceso electoral, quien aseguró que ninguno de los 900 veedores observó irregularidades en el momento de las votaciones. Además, cargó contra las versiones de fraude, remarcó que sólo hubo denuncias mediáticas pero ninguna ante la Justicia de Venezuela y se atrevió a hablar de una posible Tercera Guerra Mundial en ciernes.

Norberto Galiotti es coordinador general de la Red Continental de Solidaridad con Cuba y las Causas Justas y dirigente del Partido Comunista Argentino. Fue invitado por el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela como observador del tan cuestionado proceso electoral.

En primer lugar, Galiotti remarcó que hubo 900 observadores internacionales, de países tan diversos como Estados Unidos, África, Argentina, Brasil, entre muchos otros. “Estamos hablando de nombres muy conocidos, por ejemplo, Ignacio Ramonet, Atilio Borón, Socorro Gómez, que es brasileña y vicepresidente del Consejo Mundial por la Paz, representantes del Movimiento Sin Tierra de Brasil y del Partido de los Trabajadores. Es decir, observadores de todas partes del mundo que no pueden ser tachados de chavistas”, manifestó.

-¿En qué consiste la tarea de un observador internacional, ya que se ha puesto en entredichos sus funciones en diversos medios de comunicación y por parte de distintos partidos políticos?

-Nuestra tarea esencial es, en lo previo, conocer cómo es el sistema en profundidad y observarlo. Saber qué es lo que va a pasar cuando una persona llega a votar, cómo se cierra el comicio, cuáles son las mesas testigos y los puntos exactos que hay que controlar. Antes de las elecciones se nos interioriza de cada detalle, los controles en cada sitio de votación, el manejo de las actas y planillas electorales, la cantidad de actas que se imprimen, y tenemos que controlar además que cada acta tenga la correspondiente firma de las autoridades de mesa. Además, nos ocupamos de constatar que las aperturas de mesa sean normales, así como el cierre de los comicios, que no se produzcan hechos violentos, hablar con la gente para ver si ellos conocen cómo es el sistema electoral y cómo tienen que hacer para emitir su voto. Además, hay a quienes les tocó controlar en las zonas selváticas, donde votan los pueblos originarios, entonces hay que asegurarse que puedan ejercer su derecho al voto.

-Y mientras desarrollaban esas funciones, ¿vos o algunos de los otros veedores observaron irregularidades o cosas que puedan calificar como “raras” o que sugirieran un manejo espurio de los votos?

-Con toda seguridad puedo decir que ni en mi caso ni con los otros observadores con los que trabajé hemos visto irregularidades, dificultades o hechos de violencia. Me tocó estar junto con varios veedores en el estado más grande de Venezuela, en Miranda. Recorrí varios centros de votación y todo el desarrollo de lo que vi puedo calificarlo como normal. Tengo videos, incluso, de como nos recibía la gente en cada centro de votación, nos saludaban y nos daban la bienvenida, nos aplaudían y nos agradecían nuestra presencia. Eso es algo que nos llamó mucho la atención, la recepción del pueblo en los lugares de votación, como agradeciendo que pudiéramos contar al mundo cómo fue el desarrollo de las elecciones

Ya que conocieron el sistema electoral en profundidad, ¿considerás que es relativamente fácil fraguar los resultados? ¿Cuán posible es que se cometa un fraude del tamaño que están denunciando?

– Bueno, es muy poco probable y no lo digo yo. En su momento, lo dijo la Fundación Carter de Estados Unidos, que afirmó que, en su consideración, el de Venezuela es el sistema más seguro de votación en el mundo. Al igual que la Asociación Americana de Juristas, que dijo exactamente lo mismo. Estamos hablando de dos instituciones que tienen un valor muy fuerte para el ámbito mundial.

– ¿Podés describir el sistema electoral?

-Bueno, es un sistema electrónico. El votante ingresa al lugar en el que le toca emitir su sufragio, va hacia la izquierda, entrega la cédula, una de las autoridades de la mesa toma sus datos y esa persona pone el dígito pulgar que habilita y aparece en la pantalla de la computadora. Pasa a la mesa siguiente, donde está todo cerrado con cartones, es una cabina, como aquí, nada más que hay una computadora. En esa computadora aparecen los datos del votante, allí tiene que volver a poner el dígito pulgar y recién ahí se le habilita la pantalla de votación. Entonces aparecen los candidatos y la persona presiona sobre el nombre al que quiere votar y luego aparece el mensaje: ¿Es correcta esta opción o desea anularla? Tiene la posibilidad de anularla o de ratificarla. Una vez ratificado o cambiado el voto, lo que ocurre es algo similar a un cajero automático, la computadora emite un papel en el que figura el candidato que eligió y todos los datos pertinentes. Ese voto se deposita en la urna y una vez hecho eso, tiene que pasar por otra mesa en la que tiene que dejar registrada su huella, pone el dedo en una almohadilla con tinta y eso queda registrado, dando testimonio de que esa huella es de ese votante y como comprobante de que esa persona votó. La autoridad de mesa vuelve a verificar la identidad y recién allí se le devuelve el documento. Por lo cual es imposible hacer votar a una persona varias veces o fraguar las identidades. Una vez que se cierra la votación, se emiten las actas que se entregan a los fiscales y que firman las autoridades de mesa y luego se introducen en las urnas, con los votos.

-Ustedes dicen que no vieron irregularidades y en general esa es la opinión de todos los observadores. Entonces, ¿qué pasa con las actas? ¿por qué esta demora? Si el reclamo es que Maduro muestre las actas, ¿por qué no las muestra? 

-Esto tiene que ver con la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. Primero, Maduro no tiene obligación de mostrar ningún acta, porque se trata de un hecho soberano, y no hay ningún pedido legal, ninguna presentación en la Justicia de Venezuela de los partidos que participaron o de alguna institución que diga “hemos advertido esta irregularidad y necesitamos ver las actas de esto”. María Corina Machado hizo una denuncia mediática, pero no hizo ninguna denuncia penal. Eso por un lado. En segundo lugar, ninguna persona que ocupe cargos en otro país tiene potestad de exigir ni de pedir nada a un Gobierno que no tiene por qué rendirle cuentas. Imaginemos la situación al revés, si alguna institución extranjera hubiera dicho el año pasado: “No estamos convencidos de que haya ganado Javier Milei. Para nosotros hubo fraude, que nos muestren las boletas y las actas”. La Argentina hubiera dicho ¿qué es esto? ¿por qué tendríamos que hacerlo? Este es un pueblo soberano y con autodeterminación. Porque en definitiva es eso, es una cuestión de soberanía, ningún país puede ceder a la presión de alguien en el extranjero. Por ejemplo, ¿a alguien se le ocurrió pedir las actas cuando Hillary Clinton sacó tres millones y medio más de votos que Donald Trump, pero fue presidente Donald Trump? No. ¿A alguien se le ocurrió pedir las actas cuando Al Gore sacó más votos que George Bush hijo, se hizo un escándalo en el estado de Florida, la Justicia intervino y dijo, no, ganó George Bush, hijo? Eso fue un escándalo grande, estábamos hablando de la primera potencia en el mundo. Lo digo para tomar conciencia de que a veces las corrientes de opiniones nos afectan a todos, y terminamos diciendo, ¿por qué no hace esto? Bueno, es que parece que sorprende cuando alguien defiende la soberanía, la independencia y las leyes de su país.

-¿Y ahora, cuál es tu apreciación? Si tuvieras que adivinar cómo sigue la cosa a corto plazo en tu propio análisis, ¿qué te parece que va a ocurrir en Venezuela a partir de esta disputa internacional?

Yo creo que no va a haber golpe de Estado, está claro que el Ejército respalda a Maduro. Y, además, es imposible el golpe por la construcción política firme que tienen en Venezuela, eso lo conozco bien. Lo que sí advierto es que ya estamos ante una Tercera Guerra Mundial. Mucha gente dice, bueno, pero no, porque la segunda fue distinta. Di claro, tambirn fue distinta a la primera… yo creo que la tercera ya está en desarrollo hace un tiempo, y tiene otros componentes, tiene componentes de las granjas de bots, de los algoritmos, de las tendencias, de la supremacía mediática hegemónica, de haber corrompido todos los sistemas judiciales. El Poder Judicial prácticamente en todo el mundo jugó un rol tenebroso, de hecho, para mencionar uno, la Corte Suprema de Estados Unidos determinó que cualquier ex presidente de ese país que haya cometido un delito, aunque sea el más grave que puede imaginarse, no puede ser imputado mientras esté en funciones. Eso fue para salvarlo a Donald Trump y que pueda ser candidato a presidente en esta elección, porque todos sabemos que estaba en un proceso judicial muy complicado. Bueno, en mi perspectiva, golpe de estado no va a haber en Venezuela, puede haber en otro lugar, creo que puede haber en Bolivia si se lo necesita, en Argentina aún no lo necesitan, en Chile tampoco, digo, por el litio, puede haber guerras en América Latina, de hecho, la intención de instalar bases militares tiene que ver con el control del petróleo del Esequibo, que es venezolano, o sea, hay mucho peligro para América Latina y el Caribe, porque vivimos en la zona de influencia de Estados Unidos, que quiere reforzar su doctrina Monroe, y que quiere vulnerar la soberanía, la dignidad y la independencia de nuestros pueblos. Ya lo dijo claramente Laura Richardson, la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, no es que lo digo yo, sino que estoy analizando lo que ellos están proponiendo.

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