Las principales ciudades de Ecuador, tanto Quito como Guayaquil, amanecieron este martes con calles bloqueadas y quema de llantas, en el marco de las protestas callejeras contra el incremento del precio de los combustibles, dispuesto por el Gobierno del presidente Daniel Noboa, según los propios participantes.

Desde el pasado 28 de junio, el precio de las gasolinas de bajo octanaje Extra y Eco país, las de mayor consumo en Ecuador, pasó de 2,46 a 2,72 dólares por galón, tras la decisión del Ejecutivo de eliminar el subsidio estatal a estos combustibles.

A través de una medida dispuesta por el gobierno, el valor se ajustará cada mes con base en un esquema de estabilización de precios para que la tarifa no suba más de 5 por ciento o baje más de 10 por ciento, acorde con el precio internacional del petróleo y de los combustibles.

Las protestas están lideradas por la Unión Nacional de Educadores (UNE) y la Federación de Estudiantes Universitarios de Ecuador (FEUE) que cerraron vías desde muy temprano, además de quemar neumáticos y gritar consignas contra el alza de las gasolinas, una medida que la consideran «inflacionaria».

Los manifestantes portaban banderas rojas que identifican a ambos sectores y pancartas con leyendas como «Sube la gasolina, sube todo».

Por otra parte, el presidente de la UNE, Andrés Quishpe, indicó a periodistas que la protesta es una antesala a la movilización nacional convocada para el próximo jueves 4 de julio por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la principal central obrera del país, a la que se unirán otros sectores sociales.