VIERNES, 22 DE NOV

Fracasó el diálogo para levantar bloqueos en Cali tras una nueva jornada de protestas en Colombia

En medio de la tensión, desde el Comité Nacional de Paro se quejan de las "medidas unilaterales" del presidente Iván Duke y denuncian nuevos episodios de represión por parte de la fuerza especial antidisturbios. 

Mientras el Gobierno de Iván Duque sigue pidiendo diálogo y el Comité Nacional de Paro se queja de las «medidas unilaterales» que el primer mandatario anuncia, una mesa de negociación fracasó este jueves en Cali, el epicentro actual de las protestas en Colombia, entre la ciudad y jóvenes manifestantes, luego que estos últimos denunciaran un nuevo episodio de represión por parte de la fuerza especial antidisturbios.

Al mismo tiempo que el alcalde Jorge Iván Ospina se preparaba para inaugurar una mesa de diálogo en una escuela con 21 voceros de los jóvenes que desde hace 16 días protestan en Cali y negociar el levantamiento de los bloqueos que limitaron la entrada de suministros a la ciudad, el ministro de Defensa del país, Diego Molano, informaba que el escuadrón antidisturbios, el mismo denunciado por la represión que dejó más de 40 muertos en estas últimas semanas, iniciaba un operativo para terminar con los piquetes.

Lograron levantar cinco, hasta que en uno de los bloqueos la avanzada policial terminó en represión y, según una de las manifestantes que estaban allí, el saldo final fueron 20 jóvenes heridos, informó el diario local El Tiempo.

Tras esa noticia, el diálogo encabezado por Ospina y reivindicado por el Gobierno nacional de Duque fracasó antes de comenzar y la tensión volvió a instalarse sobre Cali.

Las protestas comenzaron el martes 27 de abril contra un proyecto del Gobierno nacional de una reforma tributaria, una iniciativa que Duque tuvo que terminar retirando, aunque no logró frenar las protestas, que este jueves no solo sumaron reclamos políticos y económicos, sino ante todo la retirada del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de las calles y respeto a la garantía constitucional a manifestarse.

Antes del fallido diálogo en Cali, el alto comisionado colombiano para la paz, Miguel Ceballos, delegado del Gobierno ante el Comité Nacional de Paro, el principal organizador de las manifestaciones, había reiterado su «plena voluntad» de iniciar una mesa de negociación en aras de lograr un acuerdo.

En relación al diálogo, Ceballos, junto al ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, insistieron en que el Gobierno del presidente busca dar este paso con el acompañamiento de la Iglesia y de las Naciones Unidas, que confirmaron su plena voluntad de facilitar el proceso, informó el diario local El Tiempo.

El llamado se conoció este jueves, cuando ya está prevista una reunión entre la Iglesia y Naciones Unidas con miembros del Comité de paro para evaluar propuestas.

Además, un nuevo actor se sumó al debate colombiano cuando la oposición presentó una denuncia ante la Corte Penal Internacional (CPI) por «excesos de la Fuerza Pública en la protesta» y varios delitos durante las manifestaciones.

La denuncia está cabezada por el senador Iván Cepeda, del Centro Democrático, pero de ella se hacen parte varias ONG y organizaciones civiles.

En el documento, los denunciantes piden que el Tribunal internacional active su competencia al acusar al Estado colombiano «de «no tener voluntad de adelantar las investigaciones en la comisión de acusaciones de la Cámara y demás organismos, debido al exceso de concentración de poder en cabeza del presidente Iván Duque».

En medio de la lluvia de denuncias, el lunes pasado hubo una reunión entre miembros del Comité y los delegados del Gobierno de Duque, pero no se llegó a ningún acuerdo.

Desde entonces, los voceros de las movilizaciones no se habían pronunciado hasta este jueves.

El vocero del Comité y presidente de la Confederación General del Trabajo, Percy Oyola, se quejó este jueves en diálogo con Caracol Radio por las continuas decisiones y anuncios unilaterales del Gobierno de Duque, incluso algunos de los reclamos que el Comité venía planteando y quería discutir en la mesa del diálogo con el Poder Ejecutivo.

«Nuestra inconformidad se centra porque, por un lado, el Gobierno anuncia negociación y, por otro lado, hace anuncios de manera unilateral como matrícula cero y manda una señal negativa para la negociación», explicó.

El malestar político, la falta de diálogo y los episodios ahora sí limitados y esporádicos de represión policial marcaron este jueves una nueva jornada de protestas en todo el país, que trascurrió con mayor calma que la semana pasada y buscó dejar claro que el movimiento de demandas no ha terminado.

El miércoles, tras otra jornada de protestas y marchas, Duque había pedido «volver a la normalidad», un llamado que hoy miles de manifestantes parecen haber respondido desde las calles.

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