Grecia autoriza el cambio de sexo sin necesidad de operación

El Parlamento griego votó autorizar el cambio de sexo sin operación, una controvertida enmienda, lo que ha provocado una polémica entre el gobierno de izquierda, en el poder, por un lado, y la oposición de derecha y la Iglesia ortodoxa, por otro.

La enmienda que permite inscribir legalmente un cambio de sexo a partir de los 15 años, fue votada por una mayoría de 148 diputados sobre 285 presentes, gracias sobre todo a los votos de los diputados del partido de izquierda Syriza, en el poder, y de la formación de centro-izquierda Potami, en la oposición.

Solamente un diputado de los nueve del pequeño partido Anel (soberanista y miembro de la coalición gobernante), votó a favor de la enmienda, en medio de un fuerte debate en la Asamblea.

Según la ley, con una simple declaración del interesado, que será refrendada por una decisión judicial, las autoridades públicas competentes están ahora obligadas a modificar el sexo de la persona y otorgarle una nueva partida de estado civil (o nacimiento).

Saludado por las asociaciones de transgéneros y defensoras de los derechos humanos, entre ellas Amnistía Internacional (AI), el texto ha sido calificado como un «primer paso positivo e importante», que pone fin a «operaciones (quirúrgicas) indignas».

La Nueva Democracia (ND), principal partido de oposición de derecha, se opuso sobre todo a la edad de 15 años fijada por la ley, una enmienda agregada hace una semana por el gobierno tras presiones de oenegés de transgéneros, en tanto el texto inicial mencionaba la edad de 18 años.

«Para nosotros es inconcebible prohibir a los jóvenes de 15 años beber alcohol y al mismo tiempo permitirles tomar una decisión tan importante», dijo ante la Asamblea Kyriakos Mitsotakis, líder de ND.

«Reconozco el derecho a la autodeterminación, pero es necesaria una válvula de seguridad inclusive para los mayores (…) es también una cuestión médica», añadió.

Alexis Tsipras, primer ministro y líder del Syriza, denunció la «hipocresía» de la oposición, puesto que en lugar de discutir una «modernización necesaria (…) se debate sobre edad (15 o 18 años)». «Desde hace dos días se debate en términos oscurantistas», lanzó. Además calificó a Mitsotakis «de profundamente conservador» y «liberal de pacotilla».

Tsipras también criticó a la Iglesia ortodoxa (según la Constitución, no separada del Estado), que reclamó «la retirada» de la enmienda que, según ésta, atenta «contra los principios de la familia». «Ninguna tradición o religión (…) puede imponer la marginación de las personas», subrayó el primer ministro.