Irak denuncia una «escalada irresponsable» tras los bombardeos de Estados Unidos en su territorio
Los bombardeos apuntaron a las Brigadas de Hezbollah, una facción afiliada al antiguo grupo paramilitar Hashd al Shaabi, en el sector de Jurf al Sakhr, a unos 60 kilómetros al sur de Bagdad.
- Internacionales
- Ene 24, 2024
Irak denunció este miércoles una «escalada irresponsable» de las hostilidades después de que Estados Unidos bombardeara a milicianos proiraníes en su territorio, en respuesta a los recurrentes ataques sufridos por soldados norteamericanos desplegados en ese país.
Los bombardeos apuntaron a las Brigadas de Hezbollah, una facción afiliada al antiguo grupo paramilitar Hashd al Shaabi, en el sector de Jurf al Sakhr, a unos 60 kilómetros al sur de Bagdad, indicaron fuentes iraquíes, citadas por la agencia de noticias AFP.
También se produjeron bombardeos en la región de Al Qaim, en la frontera con Siria, que dejaron un muerto y varios heridos, según un comunicado de Hashd al Shaabi, cuyos hombres están actualmente integrados en las fuerzas de seguridad iraquíes.
Previamente, un responsable del Ministerio del Interior iraquí y una fuente del grupo paramilitar Hashd habían reportado un balance de dos muertos y dos heridos.
Los ataques estadounidenses se producen en un contexto regional explosivo tras el inicio de la guerra en la Franja de Gaza entre Israel, aliado de Washington, y el movimiento islamista palestino Hamas, respaldado por Irán, que a su vez patrocina a grupos armados iraquíes.
Al hilo de este panorama, un vocero militar del primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani, fustigó los bombardeos norteamericanos.
«Este acto inaceptable mina años de cooperación», y «conduce a una escalada irresponsable, justo cuando la región sufre el riesgo de que se extienda el conflicto», indicó en un comunicado el general Yehia Rasul, portavoz del primer ministro.
Previamente, el consejero de seguridad nacional iraquí, Qassem al Aaraji, reclamó a Estados Unidos «presionar para poner fin a la agresión en Gaza en lugar de apuntar y bombardear los locales de una institución nacional iraquí».
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, confirmó en un comunicado que Washington realizó «bombardeos necesarios y proporcionados» contra «tres instalaciones usadas por las Brigadas de Hezbollah», pero también «otros grupos afiliados a Irán en Irak».
Estos bombardeos, explicó Lloyd, suponen una «respuesta directa» a una serie de ataques lanzados por «milicias respaldadas por Irán» contra militares estadounidenses y tropas de la coalición internacional antiyihadista desplegada en Irak y Siria.
Por su parte, el mando militar estadounidense en Medio Oriente (Centcom) afirmó que los bombardeos tuvieron como objetivo emplazamientos y almacenes utilizados por las Brigadas de Hezbollah, así como bases de entrenamiento de «cohetes, misiles y drones».
«No queremos una escalada del conflicto en la región», aseguró Austin, quien advirtió que Estados Unidos está «totalmente listo para tomar medidas adicionales para proteger» a su personal.
Desde mediados de octubre, más de 150 ataques de drones o cohetes han tenido como objetivo soldados estadounidenses y de la coalición internacional en Irak y Siria para luchar contra el grupo Estado Islámico (EI).
Esos ataques fueron reivindicados por la «Resistencia Islámica en Irak», un grupo de combatientes proiraníes.
Las Brigadas de Hezbollah, calificadas como terroristas por Washington y sometidas a sanciones, han sido blanco de bombardeos las últimas semanas. El grupo ha hecho pública su participación y apoyo a las acciones de la «Resistencia Islámica».
A última hora del martes, varios «drones de ataque» fueron lanzados contra las tropas de la coalición internacional estacionadas en la base de Ain al Assad, en el oeste de Irak, causando «heridos y daños», según una autoridad militar estadounidense.
La situación está obligando al primer ministro iraquí a mantener un delicado equilibrio. Llevado al poder por una coalición de partidos proiraníes, también intenta preservar los vínculos estratégicos entre Bagdad y Washington.
Estados Unidos tiene desplegados 2.500 soldados en Irak y 900 en Siria en el marco de la coalición internacional antiyihadista, creada en 2014 para combatir al EI.