Israel prepara una ofensiva en la última ciudad de Gaza: rechazó el plan de Hamas y desoyó a Estados Unidos
La atención se centra ahora en Rafah, a donde han huido unos 1,3 millones de palestinos, más de la mitad de la población total de la Franja de Gaza, de 2,3 millones. La mayoría está refugiada en instalaciones de la ONU.
- Internacionales
- Feb 8, 2024
El Ejército israelí intensificó este jueves sus bombardeos sobre la sureña Rafah, la única ciudad de la Franja de Gaza que aún no ha invadido por tierra, luego de rechazar presiones de Estados Unidos para detener su ofensiva contra el grupo islamista palestino Hamas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó el miércoles a sus fuerzas preparar una operación en esta ciudad ubicada en el extremo sur del territorio costero palestino, en la frontera con Egipto.
El anuncio se produjo después de que Netanyahu rechazara una contrapropuesta del movimiento islamista Hamas a un plan de alto el fuego a cambio de liberación de rehenes presentada Estados Unidos y otros mediadores en el conflicto.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, presionó el miércoles a Netanyahu en Israel para aceptar frenar la ofensiva, pero el premier, por el contrario, pareció rechazar por completo el plan de Hamas y ordenó preparar una incursión terrestre en Rafah.
Sin embargo, antes de abandonar Israel y poner fin a una gira por Medio Oriente que incluyó Egipto y Qatar, el secretario de Estado Blinken, insistió que aún veía «margen para un acuerdo» y reclamó a Israel «proteger» a los civiles de Gaza.
En una crítica inusualmente filosa para el jefe de la diplomacia del principal aliado de Israel, Blinken dijo que el ataque de Hamas del 7 de octubre en Israel, que desató la ofensiva israelí, «no puede servir de excusa para deshumanizar» a los palestinos.
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que una ofensiva terrestre en Rafah «aumentaría exponencialmente lo que ya es una pesadilla humanitaria», con más de 27.000 palestinos muertos en cuatro meses de bombardeos israelíes.
Tras una primera fase de ofensiva concentrada en el norte de Gaza, las tropas israelíes progresaron hacia el centro y el sur del estrecho territorio, especialmente en la ciudad de Khan Yunis, epicentro de los combates y los bombardeos de las últimas semanas.
La atención se centra ahora en Rafah, a donde han huido unos 1,3 millones de palestinos, más de la mitad de la población total de la Franja de Gaza, de 2,3 millones. La mayoría está refugiada en instalaciones de la ONU.
Fuentes del Hospital Kuwaití de Rafah dijeron que los cuerpos de 13 personas fueron llevados al hospital luego de ataques israelíes contra edificios, entre ellos los de dos niños y cinco mujeres, informó la cadena de noticias qatarí Al Jazeera.
«Es la prueba de que Rafah no es un lugar seguro», dijo Umm Hassan, una palestina de 48 años cuya casa quedó afectada por un bombardeo, a la agencia de noticias AFP.
«Nuestro mundo se ha reducido a cenizas», afirmó Abu Ayman, un palestino de 46 años que vive cerca.
Netanyahu anunció el miércoles en un discurso por televisión que ordenó a los militares «prepararse para operar» en Rafah y que la «victoria total» contra Hamas es cuestión de meses.
«Ceder a las estrambóticas demandas de Hamas que hemos escuchado (…) solo invitaría a otra masacre», agregó.
Una nueva ronda de negociaciones debe comenzar este jueves en El Cairo para alcanzar una pausa en el conflicto en Gaza y un canje de prisioneros por rehenes, informó una autoridad egipcia.
Este país urgió «a ambas partes mostrar la flexibilidad necesaria» para alcanzar un acuerdo, agregó la fuente, que pidió mantener el anonimato.
Hamas anunció este jueves que una delegación dirigida por Khalil al Haya, alto responsable de su oficina política, debía llegar por la mañana a El Cairo.
Una fuente del movimiento aseguró que habían aceptado participar en las negociaciones con miras a «un alto el fuego, el fin de la guerra y un canje de prisioneros».
Pero Hamas exige que Israel ponga fin definitivo a la ofensiva y retire sus tropas de Gaza, lo que le permitiría seguir gobernando el territorio y reponer sus capacidades militares.
Netanyhau rechazó esto de plano.
La guerra estalló el 7 de octubre con un ataque de Hamas en el sur de Israel que se saldó con la muerte de más de unas 1.200 personas, en su mayoría civiles.
Los milicianos islamistas también secuestraron a unas 240 personas, entre ellas una veintena con nacionalidad argentina. Unas 132 siguen en Gaza, incluidas 29 que se cree que han fallecido.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva militar que ha matado a 27.840 personas en la Franja de Gaza, en su mayoría mujeres, niños y adolescentes, según el Ministerio de Salud gazatí, administrado por Hamas.
Este jueves, el ministerio informó que en las últimas 24 horas murieron unas 130 personas.
La sociedad israelí, en tanto, vive pendiente de la situación de los rehenes.
Netanyahu insiste en que la acción militar es la única forma de recuperarlos, pero enfrenta presiones crecientes de la opinión pública israelí para que llegue a un acuerdo con Hamas con el fin de liberarlos.
«Tengo mucho miedo y mucha preocupación de que si usted sigue esta línea de destruir a Hamas, no quede ningún rehén que liberar», le dijo Adina Moshe, una rehén liberada en una primera tregua en noviembre mediada por Estados Unidos, Egipto y Qatar.
En tanto, crece el temor por los palestinos refugiados en Rafah ante los preparativos israelíes de atacar la ciudad.
«Sus condiciones de vida son pavorosas, carecen de las necesidades básicas para sobrevivir, están acosados por el hambre, la enfermedad y la muerte», afirmó el jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, en un comunicado.
Sin llamar a Israel a detener su avance sobre la ciudad, Blinken insistió en que «cualquier operación militar que efectúe Israel debe poner a los civiles ante todo».
«Los israelíes ya fueron deshumanizados de la forma más horrible el 7 de octubre y los rehenes han sido deshumanizados cada día desde entonces. Pero esto no puede servir de excusa para deshumanizar a otros», dijo.