JUEVES, 31 DE OCT

Johnson fue abucheado en el Reino Unido en un homenaje a la reina Isabel II

El primer ministro británico fue el “único invitado VIP” que tuvo el recibimiento hostil, según comentó la presentadora de la cadena pública BBC.

El primer ministro británico, Boris Johnson, fue abucheado este viernes cuando ingresaba a la Catedral de San Pablo en el centro de Londres para asistir a una misa en honor a Isabel II por los 70 años de su reinado, según informaron los medios locales.

Afuera de la emblemática catedral, el líder británico fue recibido con abucheos y silbidos por una multitud.

La presentadora de la cadena pública BBC Jane Hill comentó por su parte que el primer ministro fue el «único invitado VIP» que recibió una recepción tan hostil.

«El primer ministro que llega con su esposa Carrie a la Catedral de San Pablo para el Servicio de Acción de Gracias es abucheado por algunos en la multitud», tuiteó después locutora de la misma emisora estatal, Victoria Derbyshire.

El primer ministro se encuentra en el ojo de la tormenta luego del resultado final de una investigación sobre su participación en alguna de las fiestas realizadas en la residencia oficial del Gobierno británico durante el confinamiento por la pandemia.

Johnson y su esposa Carrie fueron multados junto a otros importantes funcionarios por violar las normas durante el confinamiento por la epidemia de Covid-19 y aunque ofreció una «amplia disculpa» y reconoció que no había estado a la altura de sus propias reglas, aclaró que no piensa renunciar a su cargo.

Es la primera vez que un primer ministro británico en funciones es sancionado por quebrantar la ley cuando recibió una multa por asistir a su fiesta de cumpleaños número 56 en la oficina del Gabinete, junto con su esposa y el ministro de Finanzas Rishi Sunak.

La investigación llevada adelante por la vicesecretaria permanente de la Oficina del Gabinete, Sue Gray, brindó detalles días atrás de muchas de las reuniones.

Concluyó que el consumo de alcohol en Downing Street era excesivo para un lugar de trabajo y menos durante el confinamiento mientras los británicos no podían ver a otras personas fuera de sus hogares debido a las reglas de la pandemia.

Según la investigación muchos de los eventos en la residencia del primer ministro no tendrían que haberse celebrado y sostuvo que el comportamiento observado durante estas reuniones era difícil de justificar.

Para la funcionaria, nadie tuvo en consideración los riesgos que estas reuniones presentaban para la salud de la gente, ni la imagen que daban del Gobierno.

Mientras tanto, una moción se censura pesa sobre el premier británico, luego de que dos legisladores del Partido Conservador, que lidera, manifestaron que perdieron la fe en su conducción por el escándalo del «partygate».

Por esta razón, Johnson podría ser impugnado la próxima semana y si pierde esta moción sería destituido como primer ministro.

Según las encuestas, más de la mitad de los británicos quiere que el primer ministro se vaya.

 

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