La trampa para emboscar al general Flynn
“Según el sumario del FBI en la entrevista, el señor McCabe y funcionarios del FBI, ‘decidieron que los agentes no iban a advertirle a Flynn que era un delito mentir durante una entrevista al FBI porque ellos querían que Flynn estuviera relajado y si le daban la advertencia, eso habría afectado negativamente la indagatoria’”.
- Internacionales
- Dic 18, 2018
“La emboscada contra Flynn”, es el título del artículo editorial del periódico Wall Street Journal del 13 de diciembre, que pone de manifiesto la cantidad de fraudes cometidos por el fiscal especial Robert Mueller en el tribunal del juez de distrito Emmet Sullivan, como parte del intento de condenar al ex Asesor de seguridad Nacional de Trump, el general Michael Flynn, por “mentirle al FBI”.
El editorial demuestra que Mueller; Andy McCabe, ex #2 del FBI; y Peter Strzok, le mintieron a Flynn con relación al tema de la entrevista, y expone muchos de los detalles que fueron presentados anteriormente en estas páginas. El Wall Street Journal informa que, “según el sumario del FBI en la entrevista, conocido como un ‘302’, el señor McCabe y funcionarios del FBI”, además del luego agente principal Peter Strzok, “ ‘decidieron que los agentes no iban a advertirle a Flynn que era un delito mentir durante una entrevista al FBI porque ellos querían que Flynn estuviera relajado y les preocupaba que si le daban la advertencia, eso habría afectado negativamente la indagatoria’”.
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“También sabemos por el entonces director del FBI, James Comey, que esa fue idea suya. Esto es ‘algo que probablemente yo no debería haber hecho o no hubiera eludido las consecuencias de ello en un gobierno mayormente organizado’, le dijo el señor Comey a la MSNBC, esta semana. ‘En el gobierno de George W. Bush, o en el gobierno de Obama, si el FBI quería enviar agentes a la misma Casa Blanca para entrevistar a un funcionario importante, el canal habría sido arreglar algo por medio del abogado de la Casa Blanca, se habría discutido, se habría buscado su aprobación, y se definiría quién estaría presente. Y yo pensé que era muy temprano [en el nuevo gobierno] así que nomás mande a unos muchachos allá’ ”, explica el diario.
“Si el propósito era ponerle una emboscada jurídica, funcionó. Los dos agentes se presentaron en la Casa Blanca a las pocas horas de que el señor McCabe hizo la llamada, e informaron en el 302 que el general Flynn había estado ‘relajado y bromista’ y que ‘claramente vio a los agentes del FBI como aliados’ ”, agrega el artículo.
El artículo editorial concluye que “los hechos sugieren” que el juez Emmet Sullivan “debería poner en duda todo el acuerdo negociado”. A McCabe y Strzok “los expulsaron por mala conducta, y su comportamiento apesta a emboscada… Si es que no hace nada más, el Presidente Trump tiene una obligación para con sus ex asesores como Michael Flynn y para con el público de desclasificar y dar a conocer los documentos del FBI relacionados con la indagatoria del FBI sobre Rusia”.
Otro artículo aparte en el mismo Wall Street Journal, escrito por Kimberly Strassel, quien escribe la columna “Potomac Watch”, también critica duramente a Mueller por el caso Flynn. “Robert Mueller ha operado durante 19 meses como si la ley fuera el mismo, lo que nos recuerda las aterradoras y destructivas facultades de los fiscales especiales”, para quienes “el único contrapeso posible para el señor Mueller es un juez que sea conocedor de los trucos de fiscales e investigadores. Buenas noticias: eso es lo que conseguimos esta semana”.
Strassel repasa muchos de los hechos sórdidos de la emboscada contra Flynn, que ahora están en el tribunal del juez Emmet Sullivan. Desde que el vio el caso del senador Ted Stevens, informa Strassel, el juez Sullivan ha hecho de su práctica comenzar todos los casos con una ‘orden Brady’, lo cual le recuerda a los fiscales sus obligaciones constitucionales de aportar a la defensa cualquier evidencia exculpatoria.
Si cualquier otro juez hubiera tomado el caso, agrega Strassel, muy probablemente nunca habríamos visto estos detalles del comportamiento del FBI. Es claro que al juez Sullivan le preocupa algo, “quien probablemente ve algunos paralelos con el caso Stevens”.