VIERNES, 22 DE NOV

Los talibanes se reunieron con un emisario británico en busca de mayor apoyo internacional

Durante el encuentro, trataron temas vinculados al trato con las mujeres y con las minorías con vistas a mejorar la visión que tiene de ellos la comunidad internacional. Debatieron también sobre como Afganistán impida volver a convertirse en un foco de terrorismo internacional.

El Gobierno talibán se reunió este martes en Kabul con un enviado del Reino Unido, un nuevo intento de mejorar la visión que la comunidad internacional tiene de los insurgentes, principalmente en torno al trato con las mujeres y las minorías, en medio de denuncias de represión y una creciente segregación en espacios públicos.

En la reunión se abordó «la crisis humanitaria en Afganistán, la manera de impedir que el país vuelva a convertirse en un foco del terrorismo internacional y la necesidad de permitir a los afganos y a los extranjeros partir del país si lo desean», señaló la Cancillería británica.

Del encuentro participaron Simon Gass, enviado del Reino Unido, el ministro de Relaciones Exteriores afgano, Amir Khan Muttaqi, y el viceprimer ministro de Afganistán, Abdul Ghani Baradar, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores británico.

En el poder en un país pobre, con 20 años de guerra a cuestas y un Gobierno que hasta ahora no sumó nuevos aliados con respecto de su primer Ejecutivo en los 90 -Pakistán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos-, los talibanes buscan mejorar su posición ante el mundo y así poder recibir ayuda internacional.

Pese a que el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores afgano, Abdul Qahar Balkhi, dijo vía Twitter que se mantuvieron “discusiones detalladas sobre la reactivación de las relaciones diplomáticas bilaterales”, la Cancillería británica recalcó haber puesto el “trato a las minorías, y los derechos de las mujeres y niñas” como condición para una relación duradera con los talibanes, quienes solo tuvieron gestos mínimos con estos sectores de la sociedad.

Si bien en la provincia de Kunduz, en el norte de Afganistán, las niñas pudieron regresar a algunas escuelas, esta medida no se aplica al resto del país, donde las escuelas afganas reabrieron a mediados de septiembre, pero sólo para los niños.

Un funcionario del Ministerio de Educación de Kabul, Mohammad Abid, dijo que «las escuelas secundarias siguen cerradas para las niñas», citado por la agencia de noticias AFP.

Las mujeres afganas tienen acceso únicamente a la educación primaria y a universidades privadas, pero sólo si llevan el velo integral y no se mezclan con los hombres.

La comunidad internacional condenó estas medidas y temen que los talibanes estén imponiendo el mismo tipo de régimen fundamentalista y brutal que cuando estuvieron en el poder entre 1996 y 2001.

Además, Amnistía Internacional denunció hoy el asesinato de 13 hazaras, miembros de un grupo étnico de lengua persa, en la provincia central de Daykundi la semana pasada, el cual calificó como un «crimen de guerra».

Once de los asesinados eran antiguos soldados del Gobierno y, según los testimonios recogidos por la organización internacional de derechos humanos, nueve de ellos fueron ejecutados tras rendirse.

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