Lula abandona la prisión para ir al entierro de su nieto
Lula abordó un helicóptero en las instalaciones de la Policía Federal de la ciudad de Curitiba, en las que purga su condena, para ser trasladado hasta el aeropuerto de Bacacheri
- Internacionales
- Mar 2, 2019
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva abandonó hoy la cárcel en la que está preso por corrupción desde abril del año pasado para asistir al entierro de un nieto de 7 años que murió el viernes víctima de un cuadro de meningitis.
Lula abordó un helicóptero en las instalaciones de la Policía Federal de la ciudad de Curitiba, en las que purga su condena, para ser trasladado hasta el aeropuerto de Bacacheri, donde abordará un avión de la gobernación de Paraná que lo trasladará a Sao Paulo, informó la agencia EFE.
El ex presidente brasileño fue trasladado en medio de un intenso dispositivo de seguridad, y escoltado de cerca por tres agentes de la Policía Federal, tras ser autorizado a asistir al entierro por la Justicia brasileña.
Arthur Araújo Lula da Silva fue internado el jueves con un cuadro febril, a las siete y viente de la mañana, y murió cinco horas más tarde debido a un cuadro de meningitis meningococa, según un parte médico del Hospital Bartira de Santo André, en el Gran San Pablo.
La Fiscalía brasileña dio este viernes un parecer favorable al pedido del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado desde hace casi 11 meses en Curitiba (sur), de asistir el sábado en la región de Sao Paulo al entierro de su nieto.
La decisión está ahora en manos de la juez Carolina Lebbos, a cargo de la operación anticorrupción Lava Jato, que derivó en la condena del exmandatario de izquierda (2003-2010).
«El Ministerio Publico Federal (MPF) se manifestó en sentido favorable al desplazamiento» de Lula para el entierro, indicó ese organismo.
Lula, de 73 años, purga desde desde el 7 de abril de 2018 una pena de 12 años y un mes por corrupción pasiva y lavado de dinero.
El entierro de Arthur Araújo Lula da Silva, fallecido a los 7 años de edad de una meningitis, debe llevarse a cabo el sábado al mediodía en el cementerio La Colina, en Sao Bernardo (afueras de Sao Paulo), indicaron fuentes del Partido de los Trabajadores (PT).
El gobierno de Paraná, cuya capital es Curitiba, puso a disposición un avión para el traslado del exgobernante hacia Sao Paulo, a 400 km de distancia.
«La aeronave fue liberada por el gobernador Carlos Massa Ratinho Junior, atendiendo un pedido de la Superintendencia de la Policía Federal», a fin de posibilitar «que el expresidente participe del velorio de su nieto», indicó la gobernación.
«El presidente Lula perdió a su nieto hoy. Arthur tenía 7 años y fue víctima de una meningitis. Fuerza presidente, estamos a tu lado, sienta nuestro abrazo y solidaridad», escribió la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, en Twitter.
Arthur, cuyo padre es Sandro Luis Lula da Silva (uno de los cinco hijos de Lula), había visitado en dos ocasiones a Lula en la cárcel.
A finales de enero, Lula no pudo asistir al entierro de su hermano Genival Inácio da Silva, conocido como Vavá, porque la justicia -después de dos negativas- le otorgó un permiso a última hora, cuando ya se estaba llevando a cabo el funeral.
«No dejaron que me despidiese de Vavá por pura maldad», dijo Lula en esa ocasión.
Condenas
El pedido para que Lula salga de prisión se basa en una ley que permite a los presos visitar a parientes cercanos gravemente enfermos o asistir a sus funerales.
Esta sería la segunda ocasión desde abril en la que Lula sale de la sede de la PF en Curitiba, donde está alojado en una celda especial.
La primera fue en noviembre pasado, cuando fue llevado a prestar declaración en otro caso, en el tribunal de Curitiba.
Lula fue condenado (en una sentencia confirmada por un tribunal de apelación) por corrupción pasiva y lavado de dinero, como beneficiario de un apartamento en el litoral de Sao Paulo a cambio de favorecer a una constructora en contratos con la estatal Petrobras.
Y en febrero fue sentenciado además a 12 años y 11 meses por un tribunal de primera instancia, como presunto beneficiario de reformas en una hacienda de Atibaia -en el interior de Sao Paulo-, ofrecidas principalmente por las constructoras Odebrecht y OAS a cambio de su mediación para obtener contratos en Petrobras.
El exmandatario responde a otros procesos, pero se declara inocente en todos y denuncia una conspiración para impedirle volver al poder.