SáBADO, 23 DE NOV

Más de 30 mil sirios esperan apertura en la frontera turca

Miles de civiles sirios que huyen de la ofensiva lanzada hace una semana por las tropas del ejército de Damasco en Alepo (norte) esperan la apertura de la frontera para recibir ayuda. 

Unos 30.000 civiles sirios se agolpaban este lunes en la frontera turca, que permanece cerrada, tras huir de la ofensiva lanzada hace una semana por las tropas del régimen de Damasco en Alepo (norte), anunció el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.

«Alrededor 30.000 sirios se agolpan en estos momentos en una zona cerca de la frontera con Turquía», declaró Davutoglu ante la prensa tras reunirse en Ankara con la canciller alemana Angela Merkel.

«Evidentemente, como siempre, vamos a atender las necesidades de nuestros hermanos sirios y a aceptarlos cuando sea necesario», añadió el jefe del gobierno islamo-conservador, reiterando la promesa hecha el sábado por el presidente Recep Tayyip Erdogan.

No obstante, Davutoglu dejó claro que su país, que ya acoge a 2,7 millones de sirios, no cargará solo con «todo el peso» de la acogida de los refugiados.

«Nadie debe pensar que, como Turquía acepta a los refugiados y asume esta responsabilidad, debe cargar sola con todo el peso» de esta acogida, subrayó.

Por su parte, Merkel dijo estar «horrorizada» por «los sufrimientos» de los desplazados bloqueados en la frontera sirio-turca. Denunció también los «bombardeos, sobre todo rusos» en Alepo.

El ejército ruso interviene en Siria, junto a las tropas del presidente sirio Bashar al Asad, con bombardeos masivos contra la ciudad de Alepo, segunda ciudad siria, otrora capital económica del país.

Sobre la crisis migratoria, Davutoglu y Merkel acordaron una «mejor cooperación» para luchar contra los traficantes de personas y facilitar la labor de la agencia europea en las fronteras, Frontex.

Anunciaron también que aprovecharán una «reunión de ministros de Defensa de la OTAN (…) para determinar cómo y en qué medida ésta puede ayudar a supervisar» las costas turcas.

Ankara y Bruselas firmaron a finales de noviembre un «plan de acción» que prevé una ayuda europea de 3.000 millones de euros a las autoridades turcas a cambio de su compromiso de controlar mejor sus fronteras y luchar contra los traficantes.

La canciller alemana viajó a Ankara para pedir a los turcos mayor movilización para frenar el flujo de migrantes, que no decrece.

Al menos 24 migrantes, entre ellos 11 niños, murieron ahogados este lunes en el mar Egeo, en la costa occidental de Turquía.

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