Médicos Sin Fronteras denunció desatención «deliberada» de migrantes atrapados en islas griegas

Unos 24.000 migrantes y refugiados permanecen «atrapados en terribles condiciones» en los campos de las islas de Grecia, denunció hoy Médicos Sin Fronteras (MSF), que acusó a las autoridades tanto locales como europeas de ignorar «deliberadamente» las necesidades de este colectivo.

El coordinador general de la ONG en Grecia, Tommaso Santo, subrayó que no se trata de «una nueva emergencia», sino que el «grave hacinamiento» en los centros de registro se prolonga «desde hace años».

«Lo hemos visto en el pasado y lo seguimos viendo hoy», lamentó en un comunicado recogido por la agencia de noticias Europa Press.

Santo se preguntó si este «vergonzoso fracaso del sistema de recepción» ha servido para disuadir a los nuevos migrantes.

Agregó que el reciente aumento de las llegadas «muestra que esta solución temporal no es sostenible y sigue castigando a las personas».

MSF dio por fracasado este supuesto enfoque de contención y apeló a la responsabilidad de las autoridades, entre otras razones para que asuman tareas de asistencia que están ahora en manos principalmente de organizaciones voluntarias.

MSF realiza cada día «cientos» de consultas médicas en las islas de Lesbos, Samos y Quíos.

El gobierno griego ha acelerado el traslado de migrantes a la parte continental, con casi 1.500 reubicaciones recientes desde Lesbos.

Sin embargo, la ONG cree que el traslado a tiendas de campaña en la Grecia continental no es tampoco una respuesta segura o efectiva a la situación y recordó que 2.500 personas catalogadas como vulnerables permanecen en Lesbos.

MSF solicitó la evacuación «urgente» de los menores y las personas más vulnerables hacia un «alojamiento seguro», bien sea en otra zona de Grecia o en otro país de la Unión Europea.

Además, reclamó un aumento del personal médico en los centros de recepción, un mecanismo rápido de registro para evitar el «hacinamiento» y el fin de la «política de contención» para «proteger la dignidad de las personas, evitar sufrimientos innecesarios y garantizar el respeto de sus derechos fundamentales».