Narendra Modi prestó juramento este domingo como primer ministro de India para un tercer mandato, tras un triunfo electoral menos contundente de lo esperado que pondrá a prueba su capacidad para garantizar la certidumbre política en un gobierno de coalición en la nación más poblada del mundo.

El presidente Droupadi Murmu tomó juramento a Modi en una ceremonia celebrada en el Rashtrapati Bhavan, el palacio presidencial de Nueva Delhi, a la que asistieron miles de dignatarios, entre ellos los líderes de siete países de la región, estrellas de Bollywood y líderes industriales.

Sus seguidores aplaudieron y corearon «Modi, Modi» cuando el líder de 73 años, vestido con una túnica kurta blanca y chaqueta azul, fue llamado a prestar juramento.

Modi es la segunda persona, después del líder independentista Jawaharlal Nehru, que logra un tercer mandato consecutivo como primer ministro en la India.

Modi se aseguró el tercer mandato tras unas elecciones en varias fases que concluyeron el 1 de junio con el apoyo de 14 partidos regionales en su Alianza Democrática Nacional liderada por su Partido Bharatiya Janata (BJP). En los dos mandatos anteriores, su agrupación había obtenido una mayoría absoluta.

El resultado se considera un revés para el líder, ya que las encuestas y los sondeos a pie de urna habían pronosticado que el BJP iba a sumar incluso más escaños que en 2019.

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Modi logró un crecimiento sin precedentes en el mundo y elevó la posición global de India, pero parece haber perdido respaldo en el país, ya que la falta de puestos de trabajo, los altos precios, los bajos ingresos y las divisiones religiosas hicieron caer su popularidad.

Es probable que el nuevo mandato de Modi como primer ministro esté plagado de retos a la hora de crear consenso sobre cuestiones políticas y normativas polémicas frente a los diferentes intereses de los partidos regionales y una oposición más fuerte.