Otro Bush pretende presidir los Estados Unidos
Se trata de Jeb, hermano del último presidente George Walker y de su homónimo antecesor y padre de ambos, George Herber Walker. Fue gobernador del estado de Florida.
- Internacionales
- Jun 16, 2015
Jeb Bush, hijo y hermano de dos ex presidentes de Estados Unidos, anunció ayer su candidatura presidencial para el año próximo, en un acto marcado por un repaso de sus «logros» como gobernador de Florida y un mensaje muy claro: «Sé cómo hacer el trabajo porque ya lo he hecho».
En la ciudad de Miami, el dirigente republicano de 62 años y uno de los favoritos del electorado hispano conservador se presentó como un «gobernador reformista» y sostuvo que el país «no necesita otro miembro de la élite política de Washington», en clara referencia a la favorita del oficialismo, Hillary Clinton.
En un discurso televisado por la cadena de televisión CNN, el hijo del ex presidente George H.W. Bush y hermano del también ex mandatario George W. Bush prometió un Estado «limitado», «desendeudado» y con unas «Fuerzas Armadas reconstruidas y fuertes».
El nuevo presidenciable opositor sabe que cuenta con alguna ventaja para atraer el voto latino, como lo es dominar perfectamente el español, tener como esposa a una mexicana, Columba Garnica, y haber gobernado Florida, el estado que nuclea la influyente comunidad cubano-estadounidense.
Después de meses de guiños e indirectas, el ex gobernador eligió para su lanzamiento un lugar simbólico de la ciudad de Miami: una sede del Miami Dade College, un centro universitario de más de 160.00 alumnos, entre los que se incluye un gran porcentaje de universitarios latinos.
Y si esto no era suficiente, nombró recientemente como director de campaña a Danny Díaz, hijo de inmigrantes españoles y un consultor que trabajó antes para su hermano, George Bush.
«En nuestra familia no sólo hablamos español, sino que también sabemos la importancia de la comunidad latina. Tú, hermano hispano, en esta campaña vales muchísimo», dijo en español el ahora candidato republicano.
Bush sin duda será arropado por un sector de la predominante comunidad cubano-estadounidense, aquella que lo acogió como un «miembro honorario» durante los años que residió en esta ciudad del sur de Florida.
De hecho, la semana pasada recibió el respaldo público de once congresistas federales por Florida, entre los cuales figuraron Ileana Ros-Lehtinen, Mario Díaz-Balart y Carlos Curbelo, los tres con una base muy sólida de votantes hispanos y con una posición muy anti castrista.
Fiel a esta línea, Bush condenó en su discurso el restablecimiento de relaciones diplomáticas con La Habana, ordenado por el presidente Barack Obama a fines del año pasado, y aseguró que Estados Unidos «no necesita colocar un embajador allí que apoye a una Cuba fallida».
Además, el pre candidato se refirió con especial énfasis a otro tema que moviliza a la comunidad hispana en Estados Unidos, la inmigración.
«Como presidente, yo voy a aprobar una reforma migratoria con contenido, ¡no voy a firmar un decreto!», sentenció y el público que lo escuchaba estalló en aplausos.
Pese a que el ex gobernador apoyó en su momento el proyecto de reforma migratoria de Obama, ahora el pre candidato criticó duramente la decisión del mandatario de aprobar una parte acotada de su iniciativa por decreto, luego de enfrentarse en repetidas ocasiones sin éxito a las mayorías republicanas en el Congreso.
A seis meses de que comiencen las primarias presidenciales en Estados Unidos, ninguno de los aspirantes de la oposición republicana logra posicionarse como favorito y cinco de ellos están empatados con apenas un 10% de intención de voto, según un sondeo publicado recientemente.
Según la encuesta del Instituto de Sondeos de la Universidad de Quinnipiac, en Connecticut, Bush, el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, el senador por Florida, Marco Rubio, el ex gobernador de Arkansas, Mike Huckabee, y el neurocirujano jubilado, Ben Carson, están empatados con una intención de voto del 10%.
Les sigue el senador por Kentucky, Rand Paul, con un 7% y su colega por Texas, Ted Cruz, según reprodujo la página web estadounidense especializada en sondeos, RealClearPolitics.
En cambio, en la interna oficialista, la ex secretaria de Estado, ex senadora y ex primera dama, Hillary Clinton, se perfila como la favorita indiscutida.