Pese a la pandemia, cientos de personas protestaron en Hong Kong contra una ley china
Los manifestantes se congregaron en un centro comercial para protestar contra la ley de seguridad nacional que busca aplicar el gobierno chino, cuando fueron reprimidos por la policía.
- Internacionales
- May 24, 2020
Cintos de personas se manifestaron en Hong Kong contra la ley de seguridad nacional que busca aplicar el gobierno chino, que restaría libertades a los ciudadanos de la ex colonia británica, aunque Beijing aseguró que la norma no afectará los derechos de los hongkoneses.
Los manifestantes, que se habían concentrado en el céntrico distrito comercial de Causeway Bay, fueron dispersados por los efectivos policiales con gases lacrimógenos y cañones de agua, informa el diario China South Morning Post.
Los convocantes a la protesta denuncian que la legislación propuesta por el Gobierno representa una amenaza a las libertades civiles, atenta contra la autonomía que mantiene la ciudad de Hong Kong y pone en jaque al principio de «un país, dos sistemas» que rige actualmente.
Esta legislación prohibirá «cualquier acto de traición, secesión, sedición, subversión» contra el gobierno central, además del «robo de secretos de Estado y la organización de actividades en Hong Kong por parte de organizaciones políticas extranjeras».
La denominada ley de seguridad nacional se debate actualmente en la Asamblea Nacional Popular china (ANP) y será aprobada antes de su conclusión el próximo jueves.
Sobre este punto, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, prometió a la población de Hong Kong que la polémica ley no afectará a sus derechos sino que busca controlar la «excesiva injerencia extranjera».
«Esto ha venido provocado por una intromisión extranjera excesiva e ilegal en los asuntos de Hong Kong», que generó una «turbulencia» que puso a la seguridad nacional china «en grave peligro», declaró Wang a la prensa, citado por Europa Press.
«En tales circunstancias, el establecimiento de un sistema legal con sus mecanismos de aplicación para salvaguardar la seguridad nacional en (Hong Kong) se ha convertido en una prioridad», agregó.
En este punto, Wang aseguró que esta ley, una vez aplicada, no afectará los derechos y libertades de los residentes de Hong Kong ni perjudicará «el alto grado de autonomía» de la ex colonia británica, «los derechos y las libertades de los habitantes hongkoneses, ni los derechos e intereses justos de los inversores extranjeros en esta región».
Estas afirmaciones del ministro se produjeron luego de que los manifestantes extendieron sus protestas a lo largo de varias de las principales arterias de la ex colonia británica y bloquearon algunas de ellas con barricadas.
Según la prensa local, citada por EFE, antes de reprimir la policía había advertido a los convocados que actuaría si no se disolvían las protestas.
Al menos cuatro personas fueron detenidas durante los enfrentamientos, todas ellas iban vestidas de negro. También se produjeron numerosos registros mientras los manifestantes cantaban lemas como “Libera a Hong Kong. Revolución de nuestro tiempo» o sostenían pancartas que decían «el cielo destruirá al Partido Comunista Chino».
En otros puntos de la protesta se vieron banderas de Estados Unidos y gritos a favor de la independencia de Hong Kong, según las fuentes, que aseguran que la policía también disparó gases pimienta y retiró las barricadas mientras arrestaba a un número indeterminado de manifestantes.
La propia policía emitió un comunicado en el que confirmaba que había usado la «fuerza mínima necesaria, incluidos gases lacrimógenos», mientras que los manifestantes les arrojaron paraguas y botellas de agua.
También emplearon un vehículo blindado y un cañón de agua.
Las protestas en Hong Kong se suceden desde hace varios años, pero se incrementaron ante la inminencia del tratamiento de la ley por parte de la ANP y sólo han sufrido un paréntesis durante el estado de alarma decretado por Beijing con motivo del estallido de la pandemia por coronavirus.
Hong Kong regresó a manos de China en 1997 tras siglo y medio de dominación británica, después de que Londres y Beijing firmaran en 1984 una declaración conjunta por la que el Reino Unido renunció a su última colonia asiática.
El pacto estableció el mantenimiento durante 50 años de una serie de libertades en ese territorio que no están garantizadas en la China continental.