Piden ayuda a víctimas para reconstruir crímenes de lesa humanidad
Los hechos fueron perpetrados durante las violentas protestas reportadas en Nicaragua entre el 18 de abril y el 30 de mayo pasados.
- Internacionales
- Feb 19, 2019
Un grupo internacional de expertos que investiga crímenes de lesa humanidad perpetrados durante las violentas protestas reportadas en Nicaragua entre el 18 de abril y el 30 de mayo pasados llamó hoy a las víctimas a organizarse para reconstruir los hechos en la búsqueda de una «justicia universal».
El llamado surgió del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), creado por un acuerdo de la OEA, la CIDH y el Gobierno nicaragüense para ayudar en las pesquisas sobre las protestas. Tres de los cuatro miembros de esa comisión se reunieron para debatir el caso en la Americas Society de Nueva York.
El italiano Amerigo Incalcaterra dijo que dentro de la «recomendación» de buscar justicia universal «es importante que las propias víctimas se puedan organizar y reconstruir sus hechos a partir de recopilar toda su información».
«Lo que vimos son atrocidades que se cometieron en seis semanas, pero la violencia continuó, se agravó y tuvo otro formato. Es sumamente importante que las víctimas retomen ese trabajo de organizarse y recabar información: es la única manera para que se pueda presentar ante un tribunal en otro país», explicó.
Los miembros del GIEI trabajaron durante semanas en Nicaragua reuniendo información y fueron expulsados en diciembre pasado por el gobierno de Daniel Ortega, que alegó falta de imparcialidad y objetividad de la misión.
Otro de los miembros del Grupo, la guatemalteca Claudia Paz y Paz, pidió como medida más inmediata la «liberación de los presos políticos» en Nicaragua.
El argentino Pablo Parenti, a su turno, sostuvo que la voz de las víctimas «logra cosas» y por eso deben hacerse oír en foros internacionales para «no dejar el futuro del país en manos de personas que no forman parte de su grupo».
Desde el estallido de abril, los organismos humanitarios nacionales e internacionales cifran entre 325 y 545 los muertos, mientras que el Ejecutivo solo admite 199 víctimas y denunció un intento de golpe de Estado.