LUNES, 25 DE NOV

Un chutney geopolítico: la agridulce relación entre China e India y su reciente conflicto limítrofe

Una entrevista con Sabrina Victoria Olivera, de nutrido palmarés académico (y especialista en India y la economía de Asia Pacífico), que pone el foco en una región clave para pensar el mundo actual y el que viene: ambos países representan cerca del 37% de la población global.

 

Por Victoria Musto*

Como comentaba recientemente en Twitter el internacionalista Bernabé Malacalza, las fronteras deberían ser espacios de cooperación debido a su naturaleza y movilidad intensa. Pero a pesar de esto, día a día vemos como cada vez son más consideradas como puntos “calientes” del escenario internacional. Este fue el caso de los hechos que tuvieron lugar en el Valle de Galwan, en la frontera que comparten China e India. Para entender más sobre lo que pasó consultamos a la especialista en India, Sabrina Victoria Olivera, quien es magíster en Relaciones Internacionales (Usal), especialista en economía y negocios con Asia Pacífico e India (Untref) y abogada con orientación en Derecho Internacional Público (UBA).

El conflicto

– Sobre los últimos acontecimientos que tuvieron lugar en la frontera entre China e India en la región del Himalaya, especialmente en el Valle de Galwan, entendemos que no es la primera vez que esta zona es motivo de disputa, ¿podrías explicarnos la historia y la importancia geoestratégica de este conflicto? ¿Cuáles fueron los motivos que desencadenaron los últimos sucesos?

– En primer orden, debemos poner de manifiesto que India y China comparten aproximadamente 3.500 kilómetros de frontera. En dos puntos, existen disputas de índole territorial. El primero de ellos, es el que me mencionás y precisamente se trata de un conflicto que se remonta a 58 años. En 1962, se produjo una guerra sino-india que duró un mes, en la que China resultó vencedora e India fue prácticamente humillada. Este enfrentamiento se produjo en la región de Aksai Chin, que para India corresponde a su territorio de Kashmir, mientras que para China se trata de territorio de su provincia de Xinjian. La región es administrada por China, pero de común acuerdo se estableció una línea de control. Cabe señalar que en la misma región de Kashmir hay un tercer actor, Pakistán, que también mantiene una disputa territorial con India, aunque desde el momento de la partición entre Pakistán e India en 1947. El segundo punto de disputa de India con China se halla al este, en el estado indio de Arunachal Pradesh, que China proclama como Tibet del Sur. Debe añadirse que en 2017, se produjeron conflictos entre China e India en la zona de Doklam, que pertenece al territorio de Bután pero cercana a la frontera india. Estos conflictos fueron solucionados luego en el más alto nivel, entre Xi Jinping y Narendra Modi (actual Primer Ministro de India), por lo que si bien son naciones que necesitan mantenerse en buenos términos, lo cierto es que la relación entre ambos gigantes es agridulce. Lo que ocurrió días atrás en Galwan Valley fue un enfrentamiento de índole física –es decir, mediante piedras, palos y golpes, sin armas bélicas- y fallecieron 20 soldados indios. Al inicio del relato de los hechos, medios indios informaron que más de 40 soldados chinos habían caído, algo que luego se fue diluyendo y que China, días después, negó categóricamente. El motivo de lo ocurrido radicó en la construcción de China de una estructura, sobre el lado indio. Sin embargo, China adujo que las violaciones recurrentes a la línea de control provenían de las tropas indias, sobre todo por la construcción de India de una carretera. Ambos países defienden firmemente su soberanía y las acusaciones sobre la violación de la línea de control son mutuas, pero desde hacía cinco décadas no se producía una escalada como esta.

– Las primeras noticias al principio de este mes mostraban una predisposición al diálogo para la solución pacífica de la controversia. Pero a medida que el tiempo transcurrió, como vos comentabas, atendimos al fallecimiento de al menos 20 soldados indios – siendo las primeras víctimas fatales después de 45 años sin bajas por este conflicto- y también a algunas declaraciones, que podríamos calificar como interesantes, del Primer Ministro Narendra Modi. ¿Qué factores impulsaron el aumento de tensiones?¿Existieron otras medidas de represalias entre las partes? En caso de existir estas medidas y posicionándonos en el contexto de pandemia mundial ¿Qué repercusiones tuvieron?

– Con motivo de los eventos suscitados entre China e India en el Valle de Galwan, los cancilleres de ambas naciones acordaron telefónicamente no realizar ninguna acción en pos de la escalada, sino asegurar la paz en honor a los compromisos asumidos oportunamente. Funcionarios de China e India han llegado al consenso mutuo de desescalar (aunque aún hay un despliegue de las tropas) y mantener comunicaciones tanto a nivel militar como político. No obstante, esta escaramuza no parece haber sido resuelta. Pese a las conversaciones, desde el punto de vista militar, hay movimientos y maniobras por parte de los ejércitos, que convulsionan la región y que son inéditos. Además, India autorizó a sus soldados a emplear armas de fuego en casos extraordinarios, algo taxativamente prohibido al momento y que implica un cambio sustantivo en los acuerdos con China. En otro orden, se habla de una represalia por parte de India en torno a las importaciones chinas. Es decir que, lo que se persigue es disminuir la dependencia india de China en productos y mercaderías de relevancia como son los elementos electrónicos. Habrá que analizar en este sentido si esos productos podrán ser reemplazados por otros que provengan de terceros países o bien, si dicha decisión será sostenible en el tiempo. Sí es innegable que, a nivel sociedad, estos hechos violentos resaltan un profundo sentimiento nacionalista; el gobierno recoge este guante y entonces refrenda su política del “Make in India”, programa que persigue fomentar la inversión y producción en 25 sectores significativos del país. Entre los conflictos con China, los recurrentes con Pakistán, algunos con Nepal, la pandemia del Covid-19 y el consecuente lockdown, y algunos eventos climáticos, este año 2020 es sumamente desafiante.

El vecindario

– Considerando la cercanía del Valle del Galwan de Jammu y Cachemira –los cuales el año pasado fueron un núcleo de tensión entre India y Pakistán, cuando el Primer Ministro Indio decidiera finalizar de manera unilateral el estatus especial de dichos territorios-, ¿Qué rol cumple Pakistán en esta nueva escalada de tensiones? Asimismo, la frontera de India con Nepal también sufrió modificaciones. ¿Cómo se posiciona este país frente al conflicto entre China e India?

– Con relación a Pakistán, es propicio advertir que India acusó recientemente a su delegación de realizar espionaje en su propio territorio. En función de ello, expulsó a personal diplomático pakistaní y se cree que adoptará como medida de retirar al personal nacional en su misión en el país vecino. A ello, se le suma el presunto contacto que los pakistaníes habrían entablado dentro del territorio indio con terroristas. Esto no es nuevo, en el sentido de que fue endilgado por India en numerosas oportunidades. De hecho supo denominar a Pakistán como “santuario de terroristas”. La relación entre India y Pakistán es absolutamente conflictiva, aún desde el mismo momento de la partición en 1947. A la luz de los hechos suscitados desde entonces, no habrá una solución en el corto plazo. Y además, a la situación actual se le suma que China es acreedor de Pakistán y que la Nueva Ruta de la Seda atravesará ese país. Ambas circunstancias no son de agrado de India, por supuesto, quien se ha opuesto a que la iniciativa china se lleve adelante en su territorio. Por otra parte, también con Nepal se han producido desacuerdos en los últimos días por cuestiones limítrofes. La Cámara Baja del Parlamento de ese país aprobó una enmienda a la Constitución en función de la cual se adopta un nuevo mapa de Nepal, en el que figuran territorios indios como propios. Sin embargo, a pesar de la presión endógena, no resulta muy estratégico enemistarse con India, dado que rodea a Nepal y que sus represalias pueden impactar económicamente.

Las grandes potencias

– El 16 de junio, India fue elegida como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por el período 2021-2022. ¿Cómo impacta esta situación en el conflicto con China?

– Lo importante de esta elección reside en que India logró un apoyo sustantivo en la Organización, en tanto que obtuvo 184 votos de los 192 estados miembro presentes. Asimismo, pone de manifiesto la intención del país surasiático de estar presente en la arena internacional ejerciendo un liderazgo, especialmente en este 2020 donde el país debió y debe enfrentar diversas contingencias. Cabe recordar que India plantea una reforma del sistema multilateral y del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en el que, asegura, debería tener un asiento permanente en razón de la realidad geopolítica actual. En palabras del actual Primer Ministro Narendra Modi, el objetivo de India en el Consejo de Seguridad es promover la paz global, seguridad, resiliencia y equidad. China tiene un asiento permanente en esa configuración, pero lo que a India empodera es el tremendo apoyo que recibió de parte de los restantes estados.

– Para finalizar, India es uno de los mayores compradores de armamento ruso. Hace tan solo unos días India habría pedido a Rusia que adelante una entrega pactada para Diciembre de 2021 de sistemas misilísticos. ¿Qué rol cumple Rusia en el conflicto? Siendo India un aliado de los Estados Unidos en el Pacífico… ¿Qué declaraciones ha hecho el país norteamericano al respecto?

– Efectivamente Rusia es socio de India en términos de armamento militar, de hecho prácticamente la mitad de su arsenal es de origen ruso. Esta circunstancia es de vital importancia en un momento en que tropas y equipos indios están desplegados en torno al conflicto con China. De todas formas, Rusia se ha manifestado a favor de la resolución pacífica del conflicto entre India y China y que la relación constructiva entre ambos es importante para la estabilidad regional. Estados Unidos es aliado de India en tanto espera que su presencia contenga el avance chino en la región. Si bien Trump ofreció su intermediación como consecuencia del conflicto en Galwan, China arguye que el problema debe resolverse mediante conversaciones con India estrictamente. Además, China advirtió a India acerca de no tomar partido por Estados Unidos frente a la confrontación sobre diversos asuntos, entre ellos la pandemia por el Covid-19, pues obtendría más perjuicios que beneficios.

 

*Licenciada en Relaciones Internacionales (UNR), miembro de Café Internacional (ciclo emitido por Radio Síntesis de Conclusión, que vuelve al éter desde el próximo miércoles 7 de julio de 2020 desde las 19).

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