VIERNES, 13 DE DIC

Una nueva droga más fuerte que la heroína tiene en vilo a EE.UU.

El Presidente estadounidense, Donald Trump, declaró una “emergencia de salud pública nacional” ante la crisis por el consumo de opioides. Más de 100 estadounidenses mueren por día por sobredosis.

En 2016 hubo entre 59.000 y 65.000 muertes causadas por sobredosis de drogas en Estados Unidos. (Debido a que las muertes relacionadas con drogas llevan mucho tiempo en ser certificadas, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades no podrá calcular el número exacto hasta diciembre). La epidemia mata a más de 100 estadounidenses por día.

Si se compara con el año anterior, las sobredosis en 2016 pegaron el salto anual más alto de la historia de Estados Unidos, según datos preliminares recogidos por The New York Times. O sea, aumentaron un 19% en comparación con las 52.404 que habían sido registradas en 2015. Hay evidencia que sugiere que el problema se ha continuado agudizando en 2017.

Así, según Esther Miguel Trula del portal MagnetXataka, «si se primase el bienestar público, el debate urgente que debería estar teniendo ahora mismo Estados Unidos no es el terrorismo o la inmigración. Ni siquiera la contaminación es lo más importante. Son las drogas.»

Las sobredosis de droga es hoy la principal causa de muerte entre estadounidenses menores de 50 años. El diario The New York times reveló que las temerarias cifras son consecuencia de una crisis de salud pública que crece: la adicción a los opioides, que además, se han vuelto en sí más mortíferos debido al ingreso de opioides sintéticos como el fentanyl. Y también, su análogo aún más letal: el carfentanil, un tranquilizante para elefantes que es 5.000 veces más fuerte que la heroína. Este, en cantidades más pequeñas que unos pequeños granos de sal, puede ser una dosis letal.

El fentanyl se usa principalmente en los estados del este de Estados Unidos y es vendido en las calles camuflado como heroína. Según el Times, cada 100 muertes por sobredosis en el estado de Ohio, 99 se deben al fentanyl o sustancias similares y 1 de ellas a la heroína.

«Desde hace cuatro o cinco años las autoridades sanitarias habían venido alarmando del nuevo repunte de la heroína. Los artículos contextualizaban: ahora que hay un inmenso nivel de desempleo, de insatisfacción laboral y de dificultades para el mantenimiento económico, cada vez más estadounidenses, sobre todo blancos pobres de zonas humildes, se están enganchando a aquella droga mortal que causó una oleada de pánico en los 70 y que es a día de hoy relativamente fácil de conseguir. Pero a esta foto le falta la parte más importante. El problema del repunte de muerte por drogas no se entiende sin otros dos conceptos: adicción a los medicamentos y fentanilo (fentanyl)», escribió Trula.

En algún momento, cuando los opioides recetados y legales se volvieron demasiado difíciles o demasiado caros para conseguir, quienes eran adictos a ellos empezaron a virar hacia la heroína -un giro que creó una «epidemia» de heroína en grupos de gente nuevos, explica Alice G. Walton de la revista Forbes. «Ahora, un nuevo opioide está en ascenso en uso y sobredosis: fentanyl, un opioide sintético que es entre 50 y 100 veces más potente que la morfina, según un comunicado reciente hecho por la DEA (Drug Enforcement Administration) y entre 25 y 50 veces más potente que la heroína», continuó.

«El fentanilo y sus múltiples variantes son un inmenso peligro público muy difícil de controlar. Esta droga sintética se ha comercializado (y sigue comercianizándose) como analgésico para distintos dolores, aunque cuando se empezó a ver su potencia y adicción las autoridades sanitarias fueron eliminándola del mercado», explica Trula. Pero los laboratorios ilegales ya habían tomado nota de la fórmula.

«Los traficantes lo mezclaban con la heroína, ya que el fentanilo es brutalmente más potente, mucho más barato de producir (un traficante puede comprar un kilo de polvo de fentanilo por 3.000 dólares y venderlo por un millón en la calle después de cortarlo) y no puede distinguirse del jaco a simple vista», agrega Trula.

“Podemos ser la generación que ponga fin a la epidemia de los opioides», dijo Trump durante la conferencia que dio el jueves 26/10 en la Casa Blanca ante un grupo de exadictos, familiares de víctimas de sobredosis y especialistas en el tema, cuando declaraba la “emergencia de salud pública nacional” ante la crisis por el consumo de opioides.

La última vez que se había declarado una emergencia de salud pública en Estados Unidos había sido en 2009, por el brote de gripe H1N1.

El mandatario ya había afirmado que planeaba declarar una “emergencia nacional” para luchar contra el abuso de opiáceos como los analgésicos de receta controlada Percocet y OxyContin, la heroína y el opioide sintético fentanilo, explica el portal Animal Político. Por otro lado, indicó que la agencia de Alimentos y Medicamentos ya solicitó que “un opioide especialmente riesgoso” -cuyo nombre no mencionó- sea retirado del mercado inmediatamente.

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